Fútbol
No eran muy agraciados: los feos, fuertes y formales del fútbol
¿Quién dijo que hay que ser atractivo físicamente para pegarle como Beckham?
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Estos futbolistas se han destacado a nivel internacional por su capacidad en el terreno de juego, pero resulta imposible obviar el hecho de que sus rasgos físicos son poco agradables.
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La sonrisa de Carlos Tévez, una lesión que tiene en la parte inferior de la parte derecha de su rostro y la combinación del mismo lo hacen uno fijo en esta lista.
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El colombiano Jairo Patiño fue apodado 'El Viejo' por las facciones de su rostro. El asunto es que el apodo se lo ganó desde muy joven.
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La forma del rostro del mexicano Héctor Herrera, con su gran nariz y la mezcla de unas orejas se hacen notorias y poco atractivas.
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El fracés Franck Ribery tiene una herida en la derecha de su rostro sufrida desde pequeño, la cual él mismo asegura forjó en gran parte su responsabilidad. A ello se le une una sonrisa algo dispareja.
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Las facciones del ghanés Sulley Muntari son algo desproporcionadas: la frente tan grande hace que su rostro se vea extraño.
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Si bien el arquero colombiano René Higuita es poco agraciado, al ecuatoriano Jacinto Espinoza le atribuyeron ser una imitación del 'Loco' cuando se hizo célebre en la Copa América de 2004.
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Adolfo Bautista tiene facciones poco agraciadas, pero su 'look' se veía aún más 'golpeado' por algunos retoques de imagen que poco le convenían al 'Bofo'.
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El argelino Hameur Bouazza tiene una cabeza con una forma casi triangular, que mezclado con una nariz ancha y sus orejas prominentes son una fórmula única. Y no de manera positiva.
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El marfileño Gervinho mostró que cuando se tiene alopecia desde joven es importante tomar precauciones. Su imagen con cabello largo y frente a la luz lo hicieron inolvidable.
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El argentino Ángel Di María es un crack del fútbol mundial, que no vio el brillo de su talento acompañado por gracia física. Su rostro y grandes orejas son una característica poco atractiva.
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A Carlos Peña lo apodaron el 'Gullit' por su parecido con el delantero holandés de ese apellido. Sin embargo, las facciones del mexicano son un poco más fuertes que las del europeo.
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Iván Campo es un defensa español cuyo rostro y cabello lo hacen inconfundible. En ninguno de los dos casos lo hacen precisamente un punto de referencia de los atractivos.
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El holandés Dirk Kuyt, entre una nariz prominente, una sonrisa poco armoniosa y unas orejas grandes, entra con facilidad en esta lista.
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El ecuatoriano Felipe Caicedo fue el ganador en la elección del jugador más feo de la Copa América de 2011. Aún así,
logró conquistar a una bella mujer.
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El peruano William Chiroque dio la pelea contra Caicedo entre los feos de la Copa América de 2011. Su rostro y orejas prominentes lo metieron en esa competencia.
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Los ojos saltones y un rostro demasiado delgado ponen en el panorama de los feos al alemán Mesut Özil.
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A Ronaldinho su talento lo hizo uno de los más queridos por el mundo del fútbol, pero esa sonrisa gigante no sería de tanto agrado si no fuera la de un crack. Sus dientes le juegan la mala pasada.
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Una quijada prominente, al mejor estilo de Popeye el marino, es la característica más visible del inglés Wayne Rooney. Y eso que a punta de injertos logró recuperar el cabello tras empezar a tener síntomas de calvicie a los 25 años.
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Una cicatriz en la prominente frente de Joleon Lescott, defensa inglés del Sunderland, hacen que se reduzca de manera evidente su atractivo. Sus rasgos fuertes tampoco lo ayudan.
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El exarquero colombiano Juan Carlos Henao, campeón de Copa Libertadores en 2004, tenía una apariencia inolvidable: su quijada prominente y su rostro con piel maltratada lo hicieron una referencia entre la lista de los feos.