Pólvora mojada, ¿qué pasa con Bradley Wright-Phillips y Octavio Rivero?

Tanto Vancouver Whitecaps FC como los New York Red Bulls tuvieron resultados favorables en los primeros dos meses de la liga en 2015, que los colocaban en los puestos de arriba de sus respectivas conferencias.

A la par con los resultados positivos, ambos clubes gozaban con la fina puntería de su referente en punta.

En la Jornada 10, el charrúa Octavio Rivero de los Whitecaps y el inglés Bradley Wright-Phillips de los Red Bulls se encontraban en el Top 5 de goleadores con 6 y 5 goles anotados, respectivamente.

Era todavía el principio de mayo y parecía que tal como sucede en la primavera en Vancouver y en Nueva York, estos delanteros estaban aún por florecer en su máximo esplendor. Pero fue al contrario, y curiosamente en el mismo fin de semana del 9 y 10 de mayo, fue en esas precisas fechas en que festejaron sus últimos goles. Y a partir de ahí, llegó la sequía.

LA FÓRMULA ANTIRIVERO

Octavio Rivero llegó a la MLS esta temporada y sorprendió a propios y extraños, anotando cinco goles en sus primeros seis partidos. Lo que incluso le valió ser nombrado el mejor jugador del mes de marzo. Sin embargo, en los 10 encuentros más recientes de su club, tan solo pudo anotar en una ocasión.

¿Qué fue lo que cambio?

Varios factores pueden ser tomados en cuenta. Pero uno de los que más fuerza cobra, es que al llegar como un desconocido nadie tenía en cuenta al chico uruguayo, y tras mostrar sus dotes goleadores, los rivales tomaron nota.

Si analizamos fríamente los videos de los últimos encuentros de Vancouver, se puede notar que en ocasiones tiene hasta tres defensores en su periferia, resguardando sus movimientos. Por lo cual se hace más difícil encontrar espacios para el sudamericano.

CAMBIAR PARA REVERTIR

Sin embargo, urge que Rivero recupere su forma goleadora si los Whitecaps no quieren verse en puestos mediocres de la Conferencia del Oeste. Cuando Rivero marcó su último gol hace más de un mes, el equipo canadiense acumulaba 20 puntos y desde entonces solo han cosechado 6 más en cinco partidos. Gracias a su gran comienzo se mantienen segundos en el Oeste con 26 puntos, a tres de los Seattle Sounders.

TORO ENJAULADO

Del lado de los Red Bulls está un goleador de comprobado calibre, que en 2014 ganó el botín de oro anotando 27 goles en la campaña regular para igualar el record de anotaciones en una sola temporada en la MLS. Pero a pesar de su enorme logro, aún pesa sobre Wright-Phillips la duda de si puede continuar siendo el gran goleador taurino sin tener a Thierry Henry a su lado.

En las primeras 10 jornadas, el inglés se encargó de dejar esas dudas en el olvido a base de goles importantes y que los aficionados de los Red Bulls guardarán como tesoros en sus memorias.

Los taurinos tuvieron unos primeros dos meses increíbles, donde duraron siete partidos invictos, y posteriormente solo una derrota en nueve juegos. Wright-Phillips anotó cinco goles en ese lapso, los cuales siempre le dieron puntos a los neoyorquinos – 10 para ser exactos, y el equipo acumuló 16 en total.

Tres de esos goles los marcó en los clásicos más relevantes para derrotar al DC United y al New York City FC.

Pero en los siguientes cuatro encuentros, BWP no encuentra el arco rival, y los Red Bulls apenas han conseguido un punto y actualmente se encuentran en una racha de tres derrotas al hilo. El equipo se ha caído hasta la quinta posición de la Conferencia del Este.

Por lo cual, al igual que en al caso de Rivero, urge que Wright-Phillips vuelva a aportar con su cuota goleadora, ya que al parecer sus goles van de la mano con los resultados y las rachas de sus clubes. Aunque cabe destacar, que ha mostrado otros dotes que son muy significativos, como el del rol de asistidor. El dorsal 99 de los taurinos ha registrado 4 hasta el momento, casi a la par con su número de goles.

En el caso del goleador neoyorquino, pareciera que es solo una cuestión de que marque para que se vuelva a enrachar, puesto que la campaña pasada quedo claro que las defensas rivales no pudieron detenerlo a pesar de estudiarlo una y otra vez.