La MLS es el objetivo del chileno Fabián Orellana cuando abandone Celta de Vigo

MADRID, España - Fabián Orellana es uno de los mejores extremos que pisan en la actualidad los terrenos de juego de la Liga española.

El atacante chileno cumple su tercer ejercicio en el Celta de Vigo rayando a un altísimo nivel. La sociedad ofensiva que forma junto a Iago Aspas y Nolito (o el sueco Guidetti) tiene uno de los mejores promedios goleadores del campeonato español y es la clave de que el cuadro gallego esté situado en la zona noble de la tabla clasificatoria.

El delantero diestro santiaguino, a la sazón campeón de América con la Roja andina el pasado verano tras doblegar a Argentina en los penaltis, se siente plenamente identificado con el equipo y la ciudad que le han catapultado al primer plano futbolístico. Sin embargo, Orellana tiene la mente puesta en el futuro y su intención es retornar en algún momento al continente que le vio nacer.

No en vano, el gran objetivo del puntero derecho celtiña es acabar recalando en la Major League Soccer. Según ha podido saber FutbolMLS.com, Orellana, que el pasado mes de enero celebró su 30 cumpleaños, desea cruzar el Atlántico en viaje de regreso, pero en dirección a los Estados Unidos, para enrolarse en una de las escuadras punteras de la MLS.

Dos serían los motivos que le moverían a embarcarse en semejante aventura: uno de índole estrictamente personal y otro deportivo: A Orellana le seduce una competición que no ha parado de crecer en los últimos años y donde los salarios que perciben sus estrellas no tienen que desmerecer ya en nada a los de los cracks que militan en las grandes ligas europeas.

Pese a que el internacional chileno siempre ha manifestado ser feliz en el Celta, club con el que renovó su compromiso el pasado año por tres campañas más (su contrato tiene vigencia hasta junio de 2019), sabe bien que la MLS está en disposición de ofrecerle un último gran contrato en la recta final de su carrera.

Sea como fuere, Orellana es plenamente consciente de que cumplir ese sueño a corto plazo resulta poco menos que imposible por mor de la cláusula de rescisión que le puso el Celta tras ampliar meses atrás su contrato, y que se sitúa en los 15 millones de euros.