MLS

    Jozy Altidore está de vuelta con la selección estadounidense tras otro verano frustrante

    El goleador de Toronto FC por tercer verano consecutivo se la pasó en rehabilitación; comienza la era del ‘ahora o nunca’ para Altidore.

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    Por:
    Hugo Chávez Barroso.


    Imagen USA Toda Images

    El delantero de Toronto FC, Jozy Altidore, ha estado en gran forma y nivel futbolístico desde su regreso tras una lesión, siendo fundamental en el accionar del hoy líder de la Conferencia Este.

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    Desde su regreso a las canchas a finales de julio, Altidore ha marcado 5 goles y registrado una asistencia, contribuyendo a una fenomenal racha de 6 ganados, 1 empate y 1 derrota del club canadiense.


    Evidentemente esto no paso desapercibido para el seleccionador nacional de los Estados Unidos, Jurgen Klinsmann, quien ha vuelto a convocar a uno de sus delanteros preferidos desde que tomara las riendas de las barras y las estrellas.

    Altidore ha respondido a esa confianza del técnico alemán, con goles. De hecho, ha marcado más de 20 goles con la selección estadounidense con Klinsmann al frente. Eso equivale a dos tercios de los goles totales que ha marcado Jozy en su carrera con la selección absoluta.

    Siempre será importante marcar, pero para un delantero como Altidore y las esperanzas centradas en él, aún tiene una deuda grande. Absolutamente todos los más de 20 goles con Jurgen desde el 2011 que ha celebrado el goleador surgido en New York Red Bulls, han sido en amistosos o partidos de eliminatoria mundialista.

    No son goles para menospreciar, sobre todo los de eliminatoria mundialista, pero la confianza depositada en él, es para que también se haga presente en los escenarios de mayor repercusión, es ahí donde Altidore ha fallado. Y no precisamente por estar atravesando una mala racha frente al arco.

    El mayor enemigo de Altidore no han sido los defensas rivales, la presión, la falta de puntería o la falta de confianza. Han sido las lesiones.

    TRES VERANOS CONSECUTIVOS DE REHABILITACIÓN

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    En Brasil 2014 se lesionó en el partido inaugural ante Ghana, y ya no pudo volver a participar en el torneo.


    Un año después, en el verano del 2015, Klinsmann se la jugó con él a pesar de sus problemas físicos durante la fase de grupos de la Copa Oro. Jozy solo pudo jugar los primeros dos encuentros, en los cuales salió de cambio. Y para la fase de eliminación directa, fue de los jugadores dados de baja para poder traer otros refuerzos.

    Un año después, en el verano del 2016, ya ni siquiera pudo ser convocado para viajar al torneo de relevancia de este año – la Copa América Centenario, ya que se lesionó a mediados de mayo, dejándolo sin posibilidades de recuperarse a tiempo para el certamen continental.

    Tres años consecutivos, tres frustraciones veraniegas en las cuales Estados Unidos no puede contar con el centro delantero llamado a ser el goleador histórico, con goles de peso en torneos relevantes. Se especula ya en lesiones crónicas o incluso en que el miedo a recaer o la presión le juegan una mala pasada.

    RUMBO A LOS VERANOS DE REVANCHA: ES AHORA O NUNCA

    Ahora regresa Altidore, regresa a partidos donde ya no tiene nada que demostrar, partidos de eliminatoria y amistosos. Pero ahora, esos goles que parecen intrascendentes en ese tipo de duelos, serán los de mayor importancia para él. Ya que son su única salvación para justificar que Klinsmann lo siga manteniendo en espera de que en los veranos del 2017 y 2018, Copa Oro y Copa del Mundo respectivamente, desaparezcan los fantasmas y sea el héroe goleador.

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    Después de todo, Altidore es un tipo que no se da por vencido. No cualquiera se levanta de lesión tras lesión, y vuelve a su mejor versión. No cualquiera pasa casi dos años sin anotar en selección (2011-2013), y luego marca el record histórico de EE.UU. con cinco juegos consecutivos anotando por lo menos un gol.


    No cualquiera. Pero si Altidore quiere que su nombre quede en olimpo de goleadores estadounidenses, y no en lo que pudo ser y no fue por las lesiones, tiene que apuntarse en la tabla de goleadores en los siguientes veranos.

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