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    Análisis táctico de cómo juega el equipo revelación en la MLS, los Vancouver Whitecaps

    El equipo revelación en la MLS tiene una estrategia definida que da resultados

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    Vancouver Whitecaps además tiene una de las camisetas más bellas de la MLS.

    Imagen USA Today Images
    Vancouver Whitecaps además tiene una de las camisetas más bellas de la MLS.

    Por: Hugo Chávez Barroso (@HugoCarlosChB)

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    Tras 24 partidos disputados en la temporada 2015, Vancouver Whitecaps suma 42 puntos y es el líder de la Conferencia del Oeste y se encuentra a tan solo dos puntos del superlíder D.C. United quien tiene dos partidos más jugados que el cuadro que dirige Carl Robinson. Además los Caps están a un paso de conquistar el campeonato canadiense por primera vez.

    Sin duda este es un 2015 que pinta para ser histórico para Vancouver, claro que falta coronarlo con títulos o por lo menos llegando a instancias nunca antes experimentadas por el club blanco.

    En los últimos cinco partidos, desglosados en tres de liga, uno por la Liga de Campeones de CONCACAF y otro del Campeonato Canadiense, Vancouver sacó tres triunfos al hilo en la MLS que es histórico para el club por haber marcado 3 ó más goles en cada uno, y empataron los dos encuentros ajenos a la liga – pero el 2-2 con Montreal Impact es más que favorable pensando en definir en casa y con dos goles de visitante en el bolsillo. Además, estos resultados los tienen enrachados con más de un mes invicto.

    ¿Cuál es el exitoso sistema implementado por el técnico originario de Gales?

    Robinson se ha aferrado a dominar un 4-2-3-1 (en términos más prácticos se podría decir que es un 4-5-1) sin importar como forme o donde coloque sus fichas el rival. En esos últimos cinco encuentros en los que los Whitecaps marcaron 13 goles (2.6 por partido) y apenas recibieron 4 (0.8 por partido), los rivales formaron y le jugaron con un 4-1-4-1 (Dominic Kinnear), un 4-4-2 (Sigi Schmid), un 4-3-3 (Jeff Cassar), y el mismo 4-2-3-1 en dos ocasiones (Sigi Schmid y Frank Klopas); ninguno fue capaz de derrotarlo.

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    En el arco alinea el indiscutible David Ousted, quien está teniendo una sensacional temporada y debería estar en la terna por el premio a mejor portero de la liga cuando esta termine.

    Delante de Ousted hay una tradicional línea de cuatro defensores (dos centrales y dos laterales). Los centrales titulares son el tico Kendall Waston y el gambiano Pa-Modou Kah. Muy sólidos, fuertes, buenos en el juego aéreo e incluso saben anotar goles – Kah lleva tres en los últimos dos partidos en liga. Los alternativos son dos espigados jóvenes, el uruguayo Diego Rodríguez y Tim Parker, ambos utilizados como titulares en la rotación para el partido de la Champions y también vieron actividad en la final de ida del campeonato canadiense.

    El mundialista Steven Beitashour por derecha y el veterano Jordan Harvey por izquierda son la primera opción de Robinson. Ambos con una evidente prioridad defensiva y son tácticamente muy disciplinados. En cuanto a aporte ofensivo, los dos saben proyectarse por las bandas en la construcción de juego por los costados, aunque no sueles ser definidores ni asistidores comunes su valía se encuentra en el tejido. Los suplentes son Christian Dean por izquierda y en teoría Ethen Sampson por derecha, aunque Parker puede también ser habilitado en esa posición.

    Delante de la línea defensiva, Robinson coloca a dos contenciones con características defensivas, de esfuerzo y de jugarla fácil hacia los que más talento tienen en los pies. Los hombres que cuentan con la plena confianza para realizar dicha tarea, son el Jugador Franquicia argentino Matías Laba y Gershon Koffie. Ambos son plenos conocedores y dominadores de su posición, respetándola a plenitud y sin aventurarse innecesariamente o arriesgarse a perder el equilibrio del equipo. Por algo ambos solo han marcado un gol en la campaña, pero ellos son conscientes que su rol es tan esencial como el de los responsables de marcar los goles. La primera opción para darle aire a cualquiera de los dos recae en Russell Taibert y secundariamente en el hondureño Deybi Flores.

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    Donde se formula el ataque canadiense es en la línea de tres mediocampistas ofensivos que están frente a los confiables contenciones. Esta es la línea en la que más experimenta el técnico del cuadro canadiense, ya sea por lesiones, suspensiones, bajas de juego o simplemente por cuestiones de funcionamiento. Los que parecen llevar la ventaja son los dos que forman cargados hacia un costado y por los cuales Robinson se decanta son Kekuta Manneh y Cristián Techera. Siendo Techera un revulsivo al inicio de temporada que ha aprovechado a últimas fechas con números su titularidad por sobre Mauro Rosales quien ha iniciado más partidos que el joven uruguayo.

    El puesto en el centro de esa penúltima línea de tres, el que funge como enganche o en el trámite del encuentro como segundo delantero, se ha convertido en una competencia entre el chileno Pedro Morales y el uruguayo Nicolás Mezquida – a quien Robinson le gusta más en esa posición que como delantero. En estos últimos 5 encuentros, Mezquida ha salido como titular en los tres partidos que se jugó con los titulares en la liga, mientras Morales ha quedado relegado a jugar con el cuadro alternativo en los dos encuentros de competencias externas. Aun así, el chileno tiene más goles y asistencias que el charrúa, y el talento de Morales es difícil de replicar pero seguramente lo que Mezquida ha jugado le ha convencido más al gales.

    En punta, el titular es el uruguayo Octavio Rivero, quien inicio encendido y entre los máximos goleadores y aunque se ha ido apagando en cuanto a su cuota goleadora, Robinson sigue confiando en él. No es para menos, los movimientos de Rivero suelen liberar espacio para la llegada de sus compañeros, jalando hasta tres defensores en ocasiones. El suplente suele ser el veloz y habilidoso Darren Mattocks, quien es una carta importante y desequilibrante cuando se requiere.

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    Incluso en esos encuentros, los cambios que ordeno el timonel de los Caps en la mayoría de los casos fueron posición por posición, y cuando no fue así, un segundo cambio volvió a colocar al dibujo táctico como originalmente se planteó.


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