Una convocatoria forzosa y a su medida

Miguel Herrera ha innovado en cierta forma, lo ha debido hacer acuciado por las presiones y las circunstancias a que está sometido; necesita cubrirse de tal forma que su trabajo sea lo más distendido posible, sabe que no tiene ningún margen para la equivocación y en ello le va a la Selección de México mucho del éxito que desesperadamente busca.

En compañía de su séquito de colaboradores ha debido confiar, para ir tomando decisiones con cada nombre que sumaba a esa primera lista del Tri que enfrentará primeramente a Finlandia, pero, con la vista centrada en el tan temible adversario que arribará posteriormente desde Oceanía, y sin tener en cuenta lo hecho ante el humilde Altamira.

La base es sin duda, y lógicamente, la de su club, futbolistas que conoce bien y sabe hasta dónde le podrán responder ante la adversidad del proyecto; la gran mayoría del resto de los convocados, si bien son jugadores de reconocido vuelo de cabotaje, no estamos seguros del alcance de su respuesta cuando a grandes desafíos nos referimos.

Finlandia es una cosa, ante los escandinavos de Mixu Paatelainen será un encuentro amistoso que podrá darnos sólo alguna dimensión del sistema de juego, del funcionamiento de este nuevo seleccionado nacional en el área futbolística, del juego en sí, pero no de la respuesta anímica bajo presión que significará jugarse la clasificación al Mundial de Brasil frente a los neocelandeses.

Haber convocado lo habitual en los listados anteriores, hubiese significado para el ‘Piojo’ Herrera entrar en un terreno menos conocido para él, y por lo tanto, más difícil de conducir, de moldear rápidamente.

Las opciones ahora están en sus manos, se equivoque o acierte con las medidas adoptadas ya es tarde para corregir rumbos que fueron marcados con mucha anterioridad al momento que toca enfrentar.