¿Logrará Rafa Márquez transformarse en el tercer “Cinco-Copas”?

Al mundial de Rusia llegaría con 39 años, pues él nació en Zamora el 13 de febrero de 1979.

Su primer mundial en el 2002 lo jugó (¡capitaneando al Tri!) con solamente 23 años cumplidos. El primero de sus goles llegaría en Alemania frente a Argentina. El segundo en Sudáfrica ante el anfitrión y el tercero en Brasil contra los croatas.

Rafael Márquez es historia viva y vigente del Tri: el único mexicano en marcar en tres Copas del Mundo distintas. No contento con romper cuanto récord se le pone enfrente poniéndose la Verde, ahora va por mitos de la estatura de Antonio Carbajal y el alemán Lothar Matthäus.

Oficialmente, el guardameta italiano Gianluigi Buffon ya alcanzó tanto a la “Tota” como a Matthäus en la categoría de jugadores “Cinco-Copas”, pues no ha fallado a ningún mundial desde Francia 1998. Sin embargo, el “Gigi” no disputó un solo minuto en su primera participación mundialista dado que el arquero titular de la Azzurra era Gianluca Pagliuca.

Hoy, la directiva del Atlas de Guadalajara ha hecho el anuncio oficial de que el 4 continuará liderando a la escuadra rojinegra dirigida por José Guadalupe "El Profe" Cruz. Con Rusia 2018 a tan sólo 18 meses de distancia, esto significa que Márquez tiene posibilidades reales de convertirse en el tercer Cinco-Copas.

En cuanto a la “Tota”, quien jugó cada mundial desde Brasil 1950 hasta Inglaterra 1966, el argumento siempre fue que la posición de guardavallas permite carreras más prolongadas. Son los casos del también italiano Dino Zoff y del colombiano Farid Mondragón, los hombres más longevos en disputar la Copa del Mundo.

Por su parte, Matthäus fue retrasando su posición como jugador de ataque hasta volverse un jugador de defensa conforme los ciclos fueron pasando desde España 1982 hasta el 98.

Márquez con México siempre ha sido necesario ya sea como defensa o como mediocampista. Tiene el mérito de conservar vigencia como futbolista de campo y como capitán de México. Hay que frotarse las manos con la ilusión de ver cómo se hace historia de la buena en Rusia 2018.