El momento de la semana: La victoria como única alternativa para el Tri

Esta noche en el Estadio Azteca ante Estados Unidos, no se podrán aceptar excusas de ningún tipo, si lo que se pretende es dejar establecidas las pautas que se han manejado desde el inicio del proceso que propuso José Manuel de la Torre al hacerse cargo de este equipo.

Cuando las explicaciones del concepto futbolístico tienen que ser explayadas de nueva cuenta por el mismo estratega, cuando se deben disculpar funcionamientos y volver a desmenuzarlos para una comprensión general, cuando la culpabilidad contra los arbitrajes sobrepasa el límite de lo que estrictamente corresponde al juego, ya las alarmas saltan y denotan que en algo se ha fallado, o se está fallando, camino al logro.

El potencial táctico-técnico de uno y otro seleccionado, en el momento actual de ambos contrincantes, dista de poder ser tenido en cuenta para justificar un resultado que sea favorable a los vecinos del norte, y no puede ser aceptable que la propuesta física sea suficiente como para que los dirigidos por el germano Jurgen Klinsmann puedan sacar un triunfo del Coloso de Santa Úrsula.

A partir de estas premisas, la Selección de México debe obligatoriamente, con fútbol y actitud, adueñarse de las acciones sobre el terreno de juego; no se contempla más que un solo objetivo, y para conseguirlo, el conjunto azteca tendrá que alinear un once aguerrido, veloz, profundo y con la mente puesta en el arco de enfrente, sin temor al ridículo, porque el Tricolor ya ha demostrado que puede desarrollar ese fútbol vertical que le exige ahora la situación.

No haré hincapié en que son dos empates los que ha obtenido México, que no ha sido derrotado hasta el momento, ni que estadísticamente está descartado porque aún las posibilidades son innumerables y positivas para no perder el tren a Brasil 2014; sólo diré que el juego del equipo del ‘Chepo’ de la Torre es superior a su rival de hoy, y que, por lo tanto, se debe salir con la obsesión de obtener los tres puntos jugando a la ofensiva y con una mentalidad diametralmente opuesta a lo visto ante Jamaica en este mismo escenario, y ante Honduras en San Pedro Sula.

Si hay un partido en que los nombres de quienes juegan podría quedar en un nivel secundario de importancia, ese es precisamente este lance ante Estados Unidos, porque lo principal que debe mostrar México esta noche, es un cambio de actitud con respecto a los juegos mencionados y una mentalidad ganadora que le devuelva al lugar que le corresponde por méritos adquiridos.

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