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    Mark Pulisic, el papá del fútbol en los Estados Unidos

    La historia del hombre que crio, educó y moldeó al crack de los Estados Unidos.

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    Por:
    TUDN
    Publicado el 5 jun 17 - 10:21 AM CDT. Actualizado el 17 jun 17 - 04:59 PM CDT.


    Mark Pulisic, el papá del fútbol en los Estados Unidos

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    Christian Pulisic es el ‘Niño Maravilla’ del fútbol estadounidense. Con 18 años y 5,8 pies de estatura, dribla rivales en la Bundesliga y en su selección. Desde su aparición profesional, con apenas 16 años, el nacido en Hershey, Pensilvania, pinta para ser el mejor jugador de la historia del país. Lo que pocos saben es que todo empezó desde antes de que naciera, con su padre y también futbolista, Mark.


    Video Mark Pulisic, el hombre que crió, educó y moldeó al crack de los Estados Unidos
    El papá de Christian Pulisic fue, además, su entrenador durante muchos años. Exjugador y enamorado del fútbol, Mark nos confesó su secreto para hacer de su hijo una estrella: jamás lo obligó a jugar.
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    5:22 mins

    ( ver el video sin subtítulos)

    El último sábado de mayo Christian Pulisic ganaba con el Borussia Dortmund la Copa de Alemania. Mientras tanto, su padre se encontraba a más de 4.000 millas de distancia entrenando al Rochester Rhinos, club de la USL (United Soccer League, la Segunda División de los Estados Unidos) del que es asistente desde febrero de este año. Con edades, rutinas y hasta zonas horarias diferentes, a los Pulisic los separa la distancia pero los une el fútbol.


    • Jugador más joven en la historia de Estados Unidos en jugar un partido de eliminatoria: a los 17 años y 193 días contra Guatemala en el camino a Rusia 2018.
    • Extranjero más joven en anotar un gol en Bundesliga: 3-0 contra el Hamburgo, a los 17 años y 211 días.
    • Goleador más joven en la historia de Estados Unidos: marcó uno de los cuatro goles contra Bolivia en un amistoso, a los 17 años y 253 días.

    Mark Pulisic tiene casi la misma estatura de su hijo, solo que con unas libras de más y unos pelos de menos. Hoy su vida transcurre en el estado de Nueva York, muy cerca de la frontera con Canadá. Mientras su hijo juega con Aubameyang y Dembelé, él entrena a jugadores menos conocidos -pero igual de profesionales- que están bajo el mando de su amigo y jefe inmediato, Bob Lilley, entrenador del club. Con una historia que se remonta a 1996, el Rhinos juega de local en la ciudad donde se fundó la mundialmente conocida marca de rollos y cámaras fotográficas Kodak, y se precia de ser el único club fuera de la MLS que ha ganado la US Open Cup, en 1999 contra el Colorado Rapids. El trofeo de la USL en 2015 es su título más reciente.
    Con 48 años, el fútbol siempre ha sido la vida de Mark. Nacido en Long Island, Nueva York, lo jugó en sus días de estudiante en la Universidad George Mason, Virginia, y luego en el Harrisburg Heat, de Pensilvania, en la desaparecida liga de indoor soccer. Hoy sus días transcurren entre los partidos de la USL, los entrenamientos en el Capelli Sports Stadium, casa de los Rhinos, o en las instalaciones del club. Allí es común verlo en ropa de trabajo: pantaloneta, tenis y una chamarra del equipo. Con Christian en Alemania y su esposa, Kelley, también exfutbolista y ahora profesora en Hershey, Mark tiene pocos motivos para ir a la casa. Además, allí no hay cancha de fútbol para jugar ni futbolistas a quienes entrenar.

    Celular en mano, Christian en la pantalla. Padre e hijo viven en continentes diferentes pero hablan día de por medio.
    Una de las camisetas del Rochester Rhinos que cuelga en las paredes de la sede del club.
    Mark en su ropa de trabajo, la chamarra de los Rochester Rhinos. De fondo, el estadio, donde pasa la mayor parte del día.
    22 jugadores de campo y cuatro arqueros siguen diariamente las instrucciones que Mark les da.
    La United Soccer League es la segunda división del fútbol norteamericano, en dicho campeonato juega el Rochester Rhinos.
    Palco del estadio, que tiene una capacidad para catorce mil personas aproximadamente.
    El clima cerca de la frontera con Canadá no es tan amigable, y aún cerca al verano los días pueden ser fríos con el cielo cubierto.
    Una estampa de una entrenamiento del club, siempre bajo la mirada de Mark.
    El Edificio de Kodak es uno de los sitios más famosos de Rochester, también uno de sus puntos más altos.
    Panorámica de Rochester al atardecer. La ciudad es un buen sitio para vivir y jugar al fútbol.
    El Capelli Satadium tiene tres tribunas, una de ellas cubierta. Al fondo, de Rochester.
    Vista opuesta del estadio, ubicado a las afueras de la ciudad.
    Christian con el uniforme de la selección. En él están depositadas muchas de las esperanzas del fútbol del país.
    Detalle del escritorio de Mark. Junto a las fotos de su hijo, el detalle del cepillo de dientes.
    Mark en su puesto de trabajo, siguiendo la final de la Copa de Alemania en su Ipad. Muchas veces, la única forma de seguir los juegos de su hijo.
    Bienvenido a Rochester. La ciudad es abierta a los visitantes y ha tratado muy bien a Mark.
    Mark junto a Bob Lilley, principal entrenador del equipo y su amigo desde sus días como jugador. Dice que es casi un segundo padre para Christian.
    Vista aérea del Capelli Sport Stadium en pleno entrenamiento del equipo.
    Un día más en la oficina. Es en pantaloneta como Mark se siente más cómodo. El fútbol siempre ha sido lo suyo.
    No solo con Christian, Mark también está en contacto a la distancia con su esposa, Kelley, mientras ella es profesora en Hershey, Pensilvania, donde nació Mark.

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    Imagen Univisión Deportes
    Celular en mano, Christian en la pantalla. Padre e hijo viven en continentes diferentes pero hablan día de por medio.

    Sabe que nunca fue lo suficientemente bueno para llegar al Team USA, pero estuvo muchos años en la liga de fútbol más competitiva de su país, la North American Soccer League, la antecesora de la Major League Soccer. Fue también el primer entrenador de Christian y lo tuvo en varios equipos infantiles. Desde esos primeros pasos supo que era diferente. Siempre enfrentaba a rivales dos años y dos cabezas más altos qué él e igual los superaba, como cuando tenía 13 años y ya jugaba para la selección Sub-15 de los Estados Unidos. Cuando se le pregunta por el secreto de su hijo atina a decir que no solo nació con un físico y una habilidad privilegiados, sino que también tuvo la suerte de contar con dos padres futbolistas que nunca lo presionaron para que siguiera su camino. Eso logró que Christian tomara el camino correcto y se convirtiera en jugador por gusto y no por obligación.

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    Pero Christian no solo es hábil para el fútbol sino para cualquier deporte, incluido el golf. Y además es tremendamente competitivo: siempre quiere ganar. Así, entre habilidad natural, una guía correcta y una mentalidad fuerte, se logró que el alumno superara al maestro (o el hijo al padre) y que Estados Unidos esté viendo el nacimiento de un futbolista que podría superar a Landon Donovan y a Clint Dempsey como referente del fútbol del país. Con el texano, que juega hoy en el Seattle Sounders, comparte selección. Lo que para Mark es una gran satisfacción por la oportunidad que tiene su hijo de aprender directamente de quien ha sido una de las figuras del equipo durante la última década.

    Mark, el padre del Christian Pulisic, dirige al Rochester Rhinos, club de la USL.

    Mark, el padre del Christian Pulisic, dirige al Rochester Rhinos, club de la USL.
    Con edades, rutinas y hasta zonas horarias diferentes, a los Pulisic los separa la distancia pero los une el fútbol.

    Mark conoce su trabajo de entrenador a la perfección y su amistad de décadas con Bob Lilley le hace las cosas mucho más fáciles en Rochester. Cuando Christian tiene partido al otro lado del Atlántico es diferente y reconoce que le resulta difícil concentrarse, aunque al final lo logre. Es cierto que su hijo es una de las nuevas estrellas del fútbol europeo, pero él aún lo ve como un niño en un deporte de hombres. Ofertas por Christian hubo varias, y habrá muchas más, pero fue el Borussia Dortmund el que puso sobre la mesa las mejores condiciones deportivas y formativas. Por eso emigró a la Bundesliga con apenas 16 años pero no se fue solo. Mark viajó con él y estuvo a su lado durante más de dos años, tiempo en el que entrenó también a uno de los equipos infantiles del club alemán. Y aunque reconoce que dirigir en Europa fue una experiencia maravillosa, era hora de volver a su país y retomar su propia carrera. Hoy mira a la MLS como un lugar perfecto para continuar desarrollándose como entrenador.

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    Para Christian las cosas son diferentes. Mark le escapa a la soberbia y no afirma que su hijo sea la joya del fútbol de Estados Unidos. Apenas atina a reconocer que con él se demuestra que hay mucho talento en el país y que solo hay que saberlo trabajar. Espera que en el futuro casos como el de Christian se repitan con más frecuencia para que Estados Unidos se convierta al fin en una potencia mundial. ¿Cómo ve a su hijo en unos años? Ante esto Mark se vuelve aún más prudente y, luego de pensarlo mucho afirma -con algo de vergüenza y al mismo tiempo de seguridad- que si su hijo sigue así las posibilidades son infinitas. Lo ve jugando en los mejores equipos del mundo, disputando títulos individuales y colectivos. Ahí calla y no da más detalles para no comprometer la carrera de Christian, pero no está tan equivocado. El mundo del fútbol es consciente de que el 22 del Borussia Dortmund es una joya a la que hay que seguir.

    El joven maravilla de Estados Unidos tiene 18 años y el joven maravilla de México tiene 21 años.
    Christian Pulisic es un prodigio que desde los 15 años jugaba en la categoría Sub17 de las Barras y las Estrellas.
    Por su parte, Hirving Lozano comenzó en 2015 su propio proceso con la Sub20 de México.
    Con 17 años, Pulisic se convirtió en el extranjero más joven en hacer un gol en la Bundesliga el 17 de abril del 2016.
    Lozano puede presumir haber hecho el 1-0 con que Pachuca venció al América en el Estadio Azteca en su debut profesional el ocho de febrero de 2014.
    El técnico que le dio confianza a Pulisic, Thomas Tuchel, no quiso apresurarlo en su primera temporada y ya en la segunda lo fue incluyendo más.
    Con México, Hirving Lozano fue debutado en febrero del 2016 en un amistoso contra Senegal de la mano de Juan Carlos Osorio,
    Con la partida de ídolos como Robert Lewandowski, el Borussia Dortmund se volvió un equipo de jóvenes promesas que, además de tenerlo a Pulisic, tiene a Julian Weigl.
    El 'Tri' también pasa por un recambio generacional, donde Lozano juega un rol fundamental. Como también lo juega Orbelín Pineda y Jürgen Damm.
    Con la salida de Tuchel y la llegada del holandés Peter Bosz al Dortmund, Pulisic será clave en las aspiraciones del club.
    Ante la ausencia de Jesús Manuel Corona en la Copa Confederaciones, Hirving Lozano tendrá más importancia en el esquema de Osorio.
    Pulisic fue debutado en la mayor de Estados Unidos por Jürgen Klinsmann con tan solo 17 años.
    El proceso del 'Chucky' ha atravesado por todas las etapas: Mundial Sub20, Juegos Olímpicos y selección mayor.
    El estilo de Pulisic es gambetero y esto provoca que los rivales lo detengan con falta.
    Eso también le pasa al 'Chucky' en la Liga MX, donde los zagueros rivales le hacen 'cariñitos'.
    Con el Dortmund, el estadounidense ha jugado la Champions codeándose contra los mejores del mundo.
    Con selección, el mexicano también se ha codeado contra las nuevas promesas del fútbol mundial, como Julian Brandt.
    Pese a su juventud, a Pulisic ya le tocó padecer a Lio Messi como rival.
    Hirving Lozano anotó su primer gol oficial con México en la victoria 2-0 en Vancouver ante Canadá por eliminatorias mundialistas.
    El Estados Unidos-México más reciente en Columbus, Ohio, sirvió para que Christian Pulisic e Hirving Lozano se vieran las caras.
    Ambos se mostraron bien: creativos, veloces y desequilibrantes.
    Aunque los dos son jugadores que arrancan desde la banda, pueden cortar hacia dentro y disparar a gol.
    La electricidad de Lozano ya causa estragos en las zagas de la Liga MX y el joven quiere irse a Europa.
    Apenas hace algunas semanas Pulisic pudo levantar su primer título con el Dortmund: la Pokal.
    E Hirving Lozano ya tiene en su casa un título de Liga MX y otro de Concacaf Liga Campeones.
    La afición estadounidense ya reconoce a Pulisic como 'The Next Big Thing'.
    Juan Carlos Osorio ya sabe que 'Chucky' puede desenredar las marañas defensivas en favor de México.

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    Imagen Getty y Mexsport.
    El joven maravilla de Estados Unidos tiene 18 años y el joven maravilla de México tiene 21 años.
    • Anotador más joven del Borussia Dortmund en la Champions League: con 18 años y 171 días, hizo uno de los goles del 4-0 contra Benfica en el juego de vuelta de octavos de final.
    • Estadounidense más joven en ganar un trofeo en Europa: la copa de Alemania en mayo pasado contra el Eintrach de Frankfurt, con 18 años y 251 días.

    A Mark y a Christian los une la sangre, el fútbol y el FaceTime. Hablan día de por medio por esta vía, pero la comunicación se vuelve más frecuente en día de partido, cuando llegan a charlar antes y después del juego. Conversan de fútbol, por supuesto, se preguntan cómo va el equipo del otro, pero Christian también aprovecha para pedirle consejos. Quizás haya llegado más lejos que su padre, pero no olvida que es su mentor, su guía y también su crítico si es necesario.
    El pasado 27 de mayo conversaron cuando Christian iba en el bus del equipo rumbo al estadio Olímpico de Berlín y luego Mark lo siguió a la distancia. Se alegró cuando ingresó en lugar de Marco Reus y celebró cuando fue derribado en el área para que Aubameyang marcara de penalti el 2-1 que le dio la Copa de Alemania sobre el Eintracht de Frankfurt. Mark vio todo junto a Bob Lilley, su amigo y jefe, en la sede del club. Un plan al que nadie más fue invitado. Al final del partido el club alemán realizó una gran fiesta y, en medio de ella, volvieron a hablar. Y aunque Christian estaba muy feliz por haber conseguido el primer título de su carrera como profesional, era Mark quien lucía visiblemente emocionado, al borde del llanto.

    Orgullo de padre y amor por el fútbol, una mezcla que no puede salir mal.


    Video Christian Pulisic se divirtió con los emojis y definió a sus compañeros de selección
    Según el talentoso extremo del Team USA Damarcus Beasley es el rey, Alejandro Bedoya es el pulpo y Michael Bradley es el nerd del equipo. ¿Adivinarías quién es el ángel y quién es el más cool?
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