Pumas no supo sostener ventajas y Necaxa arrebata el empate en CU
Los goles de Rivas y Magallán no fueron suficientes ante las buenas reacciones de los Rayos del Necaxa.
Por:
Juan Manuel Terán.
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Salvio metió un tiro cruzado que reventó el poste, la bola quedó viva y el volante felino la mandó a guardar para romper el cero ante Necaxa.
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En otro partido loco y con tres goles en tres minutos, Pumas y Necaxa empataron 2-2 en el duelo que dio el cerrojazo a la Jornada 4 del Clausura 2024.
Lo dinámico y emocionante que resultó el segundo tiempo, contrastó con lo analítico y estudioso que caracterizó a la primera mitad.
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Si bien existieron intentos del ‘Toto’ Salvio y del ‘Memote’ Martínez, la de mayor peligro hasta el primer gol fue del Necaxa con un disparo de Paradela que Julio González atajó bien para la caída de su marco.
Fue hasta el minuto 41 de partido cuando Salvio se metió al área, aguantó la carga y sacó un derechazo que se estrelló en el poste del Necaxa, pero Ulises Rivas llegó puntual para empujar la pelota y romper la paridad en el marcador en su tercer gol del torneo.
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El Memote bajó un balón dentro del área y remató con violencia, pero el arquero rojiblanco metió la mano a tiempo para evitar el tercero de Pumas.
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Ya con la ventaja, Pumas se fue al medio tiempo con la posibilidad de plantear otro partido y manejarla para buscar sellar el triunfo, pero un error apagó la idea.
Apenas a los tres minutos de reiniciado el partido, Aldrete se equivocó y le regaló la pelota al español Édgar Méndez, quien se puso mano a mano y fusiló a Julio González para el 1-1 que silenció el estadio Olímpico.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Pumas retomó la ventaja pues luego de dos tiros de esquina consecutivos, vino un centro al corazón del área que Lisandro Magallán remató muy bien al tirarse de ‘palomita’ y mandar la pelota al fondo de la portería necaxista.
La mala noticia es que Pumas ‘se quedó’ en el festejó, Necaxa armó una gran jugada con Méndez y Monreal, y Paradela no perdonó para finiquitar el 2-2 que volvió a silenciar el estadio Olímpico.
Desde ese momento el partido se volvió a trabar hasta que comenzó el sufrimiento de la visita por la inocente expulsión de Jaír Cortés, quien fue amonestado por meterse a la cancha antes de que su compañero saliera de cambio y luego derribó a Ergas cuando ya se metía al área.
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Sin embargo, Pumas no pudo reflejar la superioridad en el marcador y terminó por entregar un empate que a todas luces daba para más.
