Ángel Mena fue el verdugo de los felinos del norte, con goles al minuto 8 y al 85’; Diego Reyes hizo un golazo al 16’ que tuvo durante gran parte del partido al conjunto de Miguel Herrera en la Final.
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Si bien esto no fue una Final, sí fue una revancha luego de que los Esmeraldas perdieran ante Tigres en el Clausura 2019. Los de Ariel Holan regresan a una Final un año después, pues fue en diciembre de 2020 cuando se midió a Pumas para ganar el título, rival al que aún puede enfrentar en el juego decisivo si el domingo vence al Atlas.
Apenas arrancaba el partido y Santiago Colombatto metió tremenda patada sin balón de por medio a Rafael Carioca, quien en la caída lanzó patada al rostro del jugador del León, sin tocarlo, en una jugada donde César Arturo Ramos Palazuelos ni siquiera sacó la amarilla.
El gol llegó temprano en el partido de vuelta de la Semifinal, al 8’, con un disparo cruzado por derecha de Ángel Mena, luego de que Javier Aquino perdiera la pelota cerca de la media luna y Colombatto fue quien cedió el esférico al ecuatoriano para que firmara el empate global.
Al 10’ cayó el segundo gol del León con fogonazo por izquierda de Dávila, pero debió ser anulado, deforma correcta, por posición adelantada.
Ocho minutos después del gol de los esmeraldas, Diego Reyes definió con un derechazo de volea un pase filtrado al área para pintar el 1-1 y que fue validado luego de que se despejaran dudas sobre un posible fuera de juego que no existió; con ello, Tigres volvió a tomar ventaja en el global.
Tigres, pese a la ventaja, buscó el segundo antes del descanso y lo intentó con un centro por izquierda de Quiñones a Gignac, quien en su intento por rematar hizo carambola tras chocar con Rodolfo Cota y Osvaldo Rodríguez, todos debieron ser atendidos pero sin consecuencias.
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Sin embargo, León, necesitado del triunfo en este partido, insistió para tratar de tomar ventaja de nuevo en el primer tiempo con Víctor Dávila, quien presionó una salida de Nahuel Guzmán, quien estrelló la pelota en el chileno y que por poco el rebote acaba en gol.
Cerca de la media hora del juego, Juan Sánchez Purata, en su intento por ganar una pelota, tocó el balón con la mano en una jugada que parecía accidental, que así considero el central César Ramos Palazuelos, pero que debió marcarse como pena máxima a favor de los locales.
Diego Reyes y Sánchez Purata pusieron el momento tenso del partido luego de un choque de cabezas entre ambos, en busca de un balón en ataque del León, por lo que debieron ser asistidos, pero sin consecuencias de gravedad; aunque luego Gignac se enfrentó en una lucha con el doctor que atendió a sus compañeros.
En el segundo tiempo el juego batalló para salir del medio campo, pero al 67’, Víctor Dávila lo volvió a intentar con un tiro raso que atajó bien por abajo Nahuel Guzmán para enfriar la pelota y conservar la ventaja para Tigres.
Mosquera tuvo la oportunidad de meter el segundo de León, luego de un rechazo de Nahuel Guzmán que cayó a los pies del lateral, pero que no le dio dirección a su disparo y que tenía la puerta prácticamente abierta.
Nahuel Guzmán se lucía, se colocó la capa de superhéroe con un par de atajadas que hizo hasta con el pie, pero no fue suficiente, pues un centro de Jean Meneses por derecha que remató con la cabeza y casi en línea de gol Ángel Mena le dio el empate a la Fiera en el global, suficiente para avanzar a la Final por su mejor posición en la tabla en el torneo regular.
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El partido no pudo acabar más ‘calientito’ luego de que tras el gol se prendieran los ánimos y comenzaran desde las discusiones de los técnicos en las bancas, hasta involucrarse los propios jugadores de campo y de banca que arrojó las expulsiones de Luis Quiñones y de Osvaldo Rodríguez.
Tigres aún así tuvo la oportunidad de marcar el del gane global, luego de un servicio que Carlos González no logró hacer contacto por abajo con la puerta abierta en algo que la afición no le va a olvidar pese a su gol en la ida.
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