El XI histórico del América

Se destacaron por su lento, garra y, sobre todo, por el amor a la camiseta, lo cual les hizo ganar títulos y pasar a la historia con el club de sus amores.

Héctor Miguel Zelada (1979-1987) marcó una época de oro con el América su talento bajo los tres palos lo convirtió en ídolo eterno.

Juan Hernández (1988-1996) es el dueño, de todos los tiempos, de la banda derecha americanista. No ha habido un jugador con tanta entrega como él.

Alfredo Tena, 'el Capitán Furia' (1973-1991). Emblema águila de la década de los 80, la mejor nunca antes vista por la afición. Su carácter y entrega por el equipo lo volvieron leyenda.

El primer ídolo azulcrema, en una época donde el equipo se iba desarrollando, a la par del futbol mexicano, Rafael Garza (1916-1930) fue pionero del nacimiento de un grande.

A Mario 'Pichojos' Pérez (1970-1978) se le reconoce su esfuerzo y entrega en una época difícil para el americanismo, pero que sería la base para una revolución.

La época dorada del América no podría explicarse sin Cristóbal Ortega (1974-1992), quizá el más grande de todos en 103 años.

En la historia azulcrema, Carlos Reinoso (1970-1979), es uno de los mejores extranjeros. Defendió la camiseta a muerte, y también su número ocho en la espalda.

Con 'el Negro' Santos, la alegría estaba dentro de la cancha. Lo mismo una rabona que una gambeta, un centro que una cucharita al portero.

El ídolo moderno, el más grande de los últimos 30 años, ese es Cuauhtémoc Blanco (1992-2016 en diferentes etapas). Se echaba al equipo al hombro y sacaba la casta cuando se necesitaba.

Hijo de un ídolo, se supo convertir en una leyenda. Zague (1985-1998) escribió su propia historia con goles, desbordes por la banda y mucho amor a la camiseta.

Enrique Borja (1969-1977) se cansó de romper las redes con el América, el primer fichaje 'bomba' del equipo. Llegó al club para ganarse el cariño y corazón de la afición.