Entre los presentes una mujer se acercó a Leaño, “Y yo le dije a Dios…”, decía buscando su atención mientras trataba de acercarse al técnico y cuando estuvo más cerca de él repitió, ”yo le dije a Dios, déjalo que llegue con Chivas”.
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Leaño la miró con atención y terminó abrazando a la mujer a la que se le entrecortaba la voz de la emoción mientras hablaba con el estratega.
“Siga rezando, siga rezando”, comentó el técnico mientras agradecía a todos estar presentes en su llegada.
La comitiva aprovechó tener cerca a los jugadores para pedir autógrafos y firmas para lo cual no se desordenaron y cumplieron con una cierta distancia en la zona que estuvo delimitada con una cadena de plástico para limitar el paso.
Hasta ese lugar es a donde se acercaron para poder darle un momento de convivencia con la afición antes de pensar en la preparación del partido que van a celebrar en el Estadio Cuauhtémoc el próximo sábado 20 de noviembre ante Puebla de la Franja en punto de las 21:00 horas.
