Fútbol

    La Tinta Indiscreta | Josep Guardiola, 'The King'

    Josep Guardiola, 'el hijo del paleta', un personaje que parecería soberbio pero que guarda perfectamente el recuerdo de los valores que le dieron en su infancia.

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    Por:
    Santiago Cordera.
    Publicado el 6 abr 18 - 11:18 AM CDT. Actualizado el 6 abr 18 - 01:34 PM CDT.


    Imagen John Peters/Man Utd via Getty Images

    Lo primero que hizo Guardiola cuando se retiró del futbol, fue concertar entrevistas con los entrenadores argentinos que predicaban su filosofía. Viajó a Argentina y se reunió con Marcelo Bielsa, La Volpe y el 'Flaco' Menotti. Estaba claro que a Pep le gustaban los buenos conversadores y los que son capaces de convertir una anécdota en sabiduría universal. Ese sería el origen de un técnico que durante su primer año como entrenador del Barça conquistaría seis títulos de seis posibles, que migraría a la Bundesliga para ganarlo todo con el Bayern excepto la Champions, y más tarde aterrizaría en la Premier para enseñarle a los creadores del futbol que hay una filosofía de juego que no sólo radica en los principios de esfuerzo, desgaste físico y verticalidad, sino en los detalles y la elegancia.

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    En enero de 2017, John Carlin, colaborador de El País y uno de los ingleses que mejor conoce la Premier League y la Liga española, escribió un texto en el que describía la reacción de los ingleses al saber que Guardiola llegaba a la Premier con la intención de dar lecciones a los inventores del futbol. Lo bautizó como el “virus Brexit”, una condición mental específicamente inglesa que sienten los pacientes hacia todo lo que no es inglés. “¿Este finolis del juego bonito se cree que nos va a dar lecciones de futbol a nosotros los inventores del deporte? ¿Se cree que porque triunfó en España y Alemania va a hacerse dueño de nuestra liga? ¡Pues ya verá!”, decían los ingleses al tiempo que se tomaban una guinnes en cualquier barra de un pub.

    A Guardiola le costó dos temporadas lograrlo, pero contrario a todos los pronósticos ingleses, lo logró. Les demostró que el futbol ingles puede ser bonito y técnico sin perder la dureza, el esfuerzo y la verticalidad. Su Manchester City rompió el récord de más partidos consecutivos ganados (15) que pertenecía al Arsenal con trece en la temporada 2001-2002. Esa racha significó la mejor racha en la historia de la Premier pero no la mejor racha de Pep, esa la consiguió con el Barça en la temporada 2010-2011 al ganar dieciséis partidos seguidos.

    Este sábado puede quedar campeón de la Premier. Puede quedar campeón si le gana a su antagonista, Mourinho. No solo a Mourinho, sino al Manchester United, su vecino incómodo, ese que ha alimentado con éxitos el Teatro de los Sueños, pero que este año puede convertirse en el Teatro del Terror al ver a un catalán que aterrizó en Inglaterra para culminar con éxito su filosofía de juego moderno.

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    Guardiola dejará de ser el hijo del paleta (así le dicen a los albañiles en España), dejará de ser el técnico que se esconde debajo de trajes elegantes, jerseys de cachemir, corbatas finas y delgadas, zapatos italianos, y barbas de tres días, para convertirse en The King y pertenecer a la monarquía británica. Porque Pep puede aparentar soberbia, ser grosero con la prensa, vestir como millonario, pero detrás del personaje está el hijo de un albañil que le enseñó los valores antiguos de “cuando los padres no tenían dinero ni propiedades que transmitirle a los hijos, sino solo principios y dignidad”, como alguna vez escribió David Trueba, autor de la biografía de Guardiola, en un reportaje en El País Semanal.

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