La Liga

    Se dispara reventa para el partido en que el Madrid puede proclamarse campeón

    El precio de los boletos están por encima de los 500 dólares y podría subir más dependiendo del resultado de los merengues ante el Celta.

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    Por:
    TUDN

    El beso es una forma de expresión dentro del fútbol, un momento sublime en el que se expresa la pasión por este deporte dentro y fuera de las canchas.
    El beso es una expresión de dasahogo. Así lo vivió Isco Alarcón en la celebración del título de Real Madrid en La Liga del 2017 cuando le besó en la boca a su compañero Sergio Ramos, capitán del equipo. Toda una muestra de extrema confianza y alegría.
    El beso como celebración individual es muy común, a un tatuaje o como una manera de recordar a un ser querido.
    Besar los trofeos es una manera de celebrar los títulos. Vale advertir que tras esta foto, el croata Iván Rakitic también besó a su compañero en medio de la emoción.
    Gary Neville y Paul Scholles son ejemplo de que las pulsaciones en la cancha muchas veces se llegan a resumir en un beso en medio de la felicidad. Es una muestra gigante de confianza y aprecio.
    La intensidad del juego no fue problema para que este jugador le diera una muestra de cariño a la pelota, la 'consentida' del fútbol.
    Muchos jugadores cuando ganan se convierten en repartidores de besos para sus fanáticos: ellos también merecen reconocimiento.
    Para expresar cariño, ni siquiera las rejas son suficientes para detener la emoción de un beso en el fútbol.
    Aunque en la emoción de la fiesta no todos lo besos son deseados, siempre son bien recibidos.
    Ni siquiera las grandes rivalidades en momentos clave son motivo para negarse un beso en el fútbol. Por el contrario, que sea una forma para romper esas barreras.
    En los momentos de presión, un beso al balón es un acto de fe a la espera del resultado deseado. Así lo entendió Neymar en esta imagen, previo al cobro que le dio el título de Juegos Olímpicos a su país en Río-2016.
    Besar a la pareja luego de un gran triunfo es el doble placer de celebrar un triunfo en lo que más se quiere con el ser querido.
    Si acaso el ser querido se encuentra muy lejos, la tecnologí siempre será útil para enviar un beso a la distancia.
    No todos en el fútbol quieren ser besados o, mejor aún, eligen muy bien de quien van a recibir besos.
    El amor en familia es determinante para que el fútbol tenga un sentimiento incluyente y el beso es la mejor herramienta.
    Los besos suelen ser una fórmula común de celebrar los grandes logros individuales.
    Hasta los más grandes del fútbol se rinden ante las curvas del balón: el talento no es nada sin él.
    Estas fanáticas suecas demostraron en el 2002 lo emocionante que es asistir a un Mundial.
    En 1998, también quedó demostrado que los besos pueden ser parte de las cábalas.
    Los besos también son parte de la expresión religiosa de muchos futbolistas.
    Los hinchas son muy agradecidos con sus ídolos y que mejor forma de demostrarlo sino con un beso.
    Desde muy pequeños, muchos fanáticos entienden lo que es el amor al fútbol.
    Las fanáticas en muchas ocasiones también regalan besos al aire emocionadas: son parte vital de la fiesta.
    El beso al trofeo deseado también puede realizarse en el camerino, como un acto íntimo y personal.
    Este es el beso soñado por todos los jugadores de fútbol.

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    Imagen Getty Images
    El beso es una forma de expresión dentro del fútbol, un momento sublime en el que se expresa la pasión por este deporte dentro y fuera de las canchas.

    Una entrada para el partido Málaga-Real Madrid del próximo domingo, en el que el equipo de la capital puede proclamarse campeón de la liga española, se cotiza ya 556 dólares en la reventa, práctica ilegal a la que han recurrido muchos aficionados para comprar un pase a La Rosaleda.

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    Los precios en taquilla de las localidades para el encuentro oscilaban para el público en general entre los 100 dólares en grada alta y los 178 en tribuna, pero las entradas puestas a la venta se agotaron hace más de dos semanas.

    La Rosaleda tiene un aforo de 30,040 localidades y el Málaga cuenta con 23,000 abonados, por lo que se sacaron a la venta unas 6,000 entradas. El resto se destinará a compromisos protocolarios e institucionales del club andaluz.

    De ese cupo de alrededor de 6,000, se reservaron 560 para el Real Madrid, que llegó a solicitar más entradas, aunque le fueron denegadas por falta de aforo.

    Robinho, Sneijder, Ozil y otros cracks que han pasado por el Real Madrid con este número en la espalda son ejemplo de la mala suerte que tiene el mismo desde que Figo dejó el equipo.
    El colombiano James Rodríguez se marchó al Bayern Múnich. El último juego ante el Sevilla, en el Bernabéu, fue el momento de despedirse de una afición que nunca se decidió por apoyarlo 100% pero que ese día lo aplaudio de pie para agradecerle el esfuerzo.
    Aunque comenzó muy bien tras el Mundial de Brasil 2014, donde fue Bota de Oro (goleador del torneo), las lesiones lo fueron dejando al márgen al mano de Rafa Benítez y Zinedine Zidane, quien terminó por sepultarlo en el banquillo de suplentes.
    Desde que llegó al Real Madrid, James marcó 36 goles y aportó 39 asistencias. Si bien no encontró un lugar en la plantilla de Zidane, sus números son suficientemente buenos para brillar en otro equipo top del mundo.
    Pero el colombiano no es el único que ha sufrido la maldición del dorsal 10 en la 
<i>casa blanca</i>. Antes de su llegada, hubo varios que también terminaron por irse del equipo.
    A quien James le heredó el '10' fue a Mesut Ozil. Una historia similar a la del colombiano, debido a que comenzó muy bien pero se fue diluyendo hasta que se marchó al Arsenal en medio de la polémica por el salario exigido para su renovación. También usó el 26 y el 23.
    Otra de las víctimas fue Wesley Sneijder, quien llegó en el 2007 usando el número 23. Las siguientes dos temporadas se pasó al 10 y su nivel cayó de forma estrepitosa hasta que se fue a jugar al Inter de Milán.
    Aunque su posición no coincidía con la típica del '10', Lass Diarra se puso esa camiseta del 2009 al 2011. No habían más números disponibles y por eso tuvo que usar ese.
    De 2005 a 2008, cuando llegó al Real Madrid como el próximo mejor del mundo, Robinho llevó el dorsal 10 en su espalda, pero nunca pudo convencer y terminó por abandonar el barco para jugar en el Manchester City.
    El último gran '10' que tuvo el Real Madrid fue Luis Figo durante el 2000 y el 2005, la época de los 'Galácticos'.
    Antes de él también hubo casos de éxito como el de Clarence Seedorf quien se puso la '10' madridista, llegando a ganar 4 títulos.
    Y también la tuvo, entre otros, Michael Laudrup desde 1992 a 1996. Hubo mucha magia con el danés.
    En cuanto los posibles herederos de James Rodríguez, uno de ellos podría ser Luka Modric, un jugador acostumbrado a llevar el '10' en la camiseta con su selección. En el Madrid usa el númro 19.
    Sin embargo, también aparece Isco Alarcón quien supo llevar este número en la selección juvenil de España (Sub-21) por algunos partidos. Actualmente usa el 22, el que lo acompaña en la selección mayor.
    Finalmente, también aparece la posibilidad de Marco Asensio, una apuesta a futuro de la directiva madridista. El mediocampista ya sabe lo que es llevar el '10' en la espalda en la selección Sub-19 de España.
    Sin embargo, se habla también de que los posibles fichajes de verano puedan disputarse la camiseta. Entre ellos está Edáen Hazard, del Chelsea.
    Claramente, también está el joven francés Kylian Mbappe, aunque no es un número que regularmente use un delantero o un extremo.

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    Robinho, Sneijder, Ozil y otros cracks que han pasado por el Real Madrid con este número en la espalda son ejemplo de la mala suerte que tiene el mismo desde que Figo dejó el equipo.

    A partir de ese momento empezó a aflorar la reventa de entradas, en la que los precios alcanzan ya los 556 dólares, así como la venta de abonos a través de internet por parte de algunos seguidores malaguistas.

    El Real Madrid está empatado a 87 puntos con el FC Barcelona, pero tiene un partido menos, que disputará esta noche en Vigo ante el Celta. El próximo domingo se jugará la última jornada de liga. A igualdad de puntos, ganaría el título el equipo barcelonista.

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