Real Madrid, campeón de la Copa del Rey 2011

Llegó el día esperado, la Final de la Copa del Rey 2011, con el choque entre Barcelona y Real Madrid.

El barcelonismo se dio cita en el estadio Mestalla, casa del Valencia, que acogía este duelo.

Pero aunque se viera un gran número de seguidores 'culés', los madridistas también hicieron suyo este inmueble.

Una vez más se vio el caballerosismo de José Mourinho y Josep Guardiola, que se saludaron previo al inicio del cotejo.

Desde el arranque, quedó muy claro que los madridistas volverían a apostar al contragolpe y los 'culés' no cambiarían su juego de toque.

Pero más allá del juego, lo que más llamó la atención fue la amplia cantidad de faltas.

Los dos equipos salieron con la convicción de 'ablandar' al rival.

Sin embargo, lo cierto es que el Madrid cuenta con jugadores de mayor físico. Si no lo creen, pregúntenle a Iniesta.

En la mitad del campo, se paraba demasiado la fluidez del juego.

Los 'blaugranas' apostaron por darle más peso a su juego por las bandas y de ahí partir al centro.

Pero los espacios que dejaban los madridistas... simplemente no existieron.

Pepe volvió a tener una actuación sublime en la mitad del campo.

Vaya que si extrañó ver a un Barcelona al que se le complicaba retener el balón con idea.

David Villa se cayó tras un choque con los rivales, pero los madridistas lo pararon cual muñeco de trapo.

Obviamente la reacción del 'Guaje' no fue nada amable y más de uno tuvo que meterse para evitar que pasara a mayores.

El Madrid tuvo la opción de irse al frente en los pies de Cristiano Ronaldo.

Pero el balón le quedó muy largo al portugués, cuando ya se había quitado la marca de Javier Mascherano.

'CR7' terminó tirado en el campo y la pelota en los pies de Pinto, arquero de los 'blaugranas'.

Shakira fue campada en las gradas de Mestalla, apoyando a su pareja sentimental, Gerard Piqué.

Cristiano era buscado por sus compañeros en más de una ocasión, pues salió al campo como única punta de su equipo.

Los contragolpes del Madrid llegaron a ser más que peligrosos, pero no pasaron a más.

El argentino Angel Di María tuvo una actuación muy por debajo de lo que se esperaba de él.

Pedro se vio enfrascado entre patadas y dimes y diretes con Ricardo Carvalho.

Este episodio le ganó la tarjeta amarilla al barcelonista.

Xavi quiso evitar la amonestación de su compañero, pero no sirvió.

Acababa la primera parte y un centro fue rematado de cabeza por Pepe. La pelota dio justo en la unión del poste y el travesaño.

¡El luso no lo podía creer! Ese tanto, antes de que se decretara el medio tiempo, habría sido clave para los 'merengues'.

Para el complemento las cosas no cambiaron demasiado, aunque los contragolpes blancos eran neutralizados por el dominio de pelota 'culé'.

Cristiano Ronaldo pasaba más problemas para tener el balón en la zona baja de los rivales.

Y en lugar de sus llegadas al frente, aumentaron sus reclamos.

Todo parecía tomar forma cuando Pedro mandó el balón al fondo de las redes.

Los 'blaugranas' estaban más que felices, pero... alto.

El abanderado marcó fuera de lugar, que después se demostró que sí existía la posición indebida.

En algunas jugadas, más que reclamos, los jugadores ya sólo se reían. Pasaron más tiempo tirados en el césped que con el balón en los pies.

Los volantes madridistas tuvieron un gran desgaste bajo este esquema defensivo.

Pero no cesaron un solo momento, su presión era intensa.

El arquero José Pinto se metió en algunos problemas al salir jugando con el balón. Casi lo perdía.

Así llegó el final del tiempo regular y nadie sacó la ventaja. Se tenía que jugar tiempo extra.

Para el complemento, los equipos tomaron nuevos bríos, pero el planteamiento de ambos no tuvo variantes.

Adebayor se ganó una amonestación bastante ilógica.

Ni siquiera por medio de los tiros a balón parado pudieron causar daño los 'blaugranas'.

Pero antes de que acabara el primer tiempo extra, Cristiano causó la euforia de los madridistas.

De cabeza, batió al arquero Pinto y le estaba dando el título a los 'merengues'.

El segundo tiempo extra no tuvo más de qué hablar y terminó la vida de un viejo 'demonio' que cargaba el madridismo, 18 años después volvían a ganar la Copa del Rey... y ante el odiado rival.