Zinedine Zidane apostó por hacer rotaciones. Necesitaba dar descanso a algunos jugadores y sentó en el banquillo a James Rodríguez, a Casemiro y a Marcelo. Keylor Navas, Karim Benzema y Luka Modric, ni fueron convocados. Y, Sergio Ramos, con un problema en la cadera, también se quedó en la grada. Crédito: Getty Images
Así se llegó al descanso, con un 1-0 escaso y no definitivo, con apariciones esporádicas de Isco y Morata y con las buenas intenciones de Cristiano. No hubo mucho más, el rival y algunas ausencias no invitaban a permitir buen fútbol. Pero, ese tanto, era suficiente. Crédito: Getty Images