En el inicio del encuentro se notaron las opciones por las que llegó el Valencia a hacer su partido y Gayá abrió tempranamente el marcador, pues sólo habían pasado 5 minutos desde el silbatazo inicial, por lo que Ronald Koeman bufaba en las líneas laterales, caminando como león enjaulado.
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No pasó mucho tiempo para que Ansu Fati consiguiera una genialidad que empató el partido y logró impulsar el júbilo de los barcelonistas presentes en el Camp Nou , apenas lo necesario para tranquilizar a su técnico que nervioso no paraba de dar indicaciones.
Tanta desesperación en los ataques del Valencia, que los culés buscaron mantenerse con el resultado que obraba más a favor por el momento por la sorpresa inicial, pero con el penalti que se marcó en favor del Barcelona, la duda quedó a pesar de que el VAR tenía que revisar. Gayá pasó en un momento de ser el héroe del gol tempranero al villano que provocó el penalti en su entrada sobre Fati y además, se pintó de amarillo.
El cobro de parte de Memphis Depay fue poderoso, notable y mortal, fusiló a Cillessen con un derechazo que le dio la vuelta al marcador y así se fueron más tranquilos al vestidor.
Para el complemento los visitantes se rehicieron al ataque y provocaron que Koeman llamara a Coutinho para sacar a Ansu Fati y de paso puso a calentar a Sergio ‘Kun’ Agüero, pero pasaban los minutos sin que lo metiera, más aún, dos cambios blaugranas y el argentino, no pisó césped sino hasta resolver el partido.
Por ello el tercer gol del encuentro hizo falta y llegó la anotación de Coutinho, recibiendo el balón en el centro del área donde increíblemente no tuvo marca y no perdonó en el remate que movió los cartones. Ahora si, Koeman llamó al cambio y en el minuto 88 ingresó al campo Sergio 'Kun' Aguero.
