De México se van jugadores, en su mayoría, con mediana edad, lo cual les impide tener un elevado desarrollo.
Por:
TUDN
Durante muchas décadas el fútbol mexicano reclamaba que los jugadores nacionales, tuvieran mayor cantidad de experiencias en el fútbol del viejo continente.
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Esa sería la llave del éxito a nivel de selección mexicana, mayor nivel competitivo de forma individual, repercutiría de forma colectiva en el tricolor.
Sin embargo con el paso de los años nos hemos dado cuenta que no es así, las posibilidades de llegar a ese tan ansiando quinto partido no son mayores ahora que en aquella década del 90 con jugadores de época, como Luis García, Claudio Suárez, Jorge Campos, Alberto García Aspe, Ramon Ramírez, “Zague” y Cuauhtémoc Blanco, por citar tan solo algunos qué consumaron brillantes carreras en selección mayor.
A nivel personal, la experiencia de estar en Europa será inigualable para todos aquellos que logren ser contratados, sin embargo a diferencia de lo que hacen actualmente Estados Unidos y Canadá, en México se van jugadores, en su mayoría, con mediana edad, lo cual les impide tener un elevado desarrollo.
Los vecinos del norte entendieron que mandarlos muy jóvenes es tener la garantía de que podrían alcanzar mejor nivel, multiplicado por varios futbolistas marcará diferencia positiva en el nivel de dichas selecciones.
Sería extraordinario poder decir que cada vez hay más jugadores mexicanos en ligas de Europa, pero no tiene ninguna utilidad ya que muchos de ellos juegan poco y a veces nada, viven experiencias personales y familiares extraordinarias pero no cambian demasiado su nivel futbolístico.
Hay jugadores que, sin duda, deportivamente hablando les conviene quedarse en la Liga MX. Se hacen de un prestigio, juegan siempre y de paso con su nivel dan realce a la competencia.
