Parte de la brecha generacional se explica con las habilidades digitales con que los hijos superan a los padres.Sin embargo, el tiempo ha sanado por lo menos parcialmente las heridas de la ignorancia.Así como el gitano Melquiades dejaba con la boca abierta a los habitantes de Macondo cuando les hizo conocer el hielo en Cien Años de Soledad, para muchos de mi pueblo era sorprendente imaginar que en un dispositivo portátil pudiéramos cargar cincuenta libros digitales o diez mil canciones. Eso era una broma infundada de la ciencia-ficción.Recuerdo cómo salíamos corriendo de la escuela –si podíamos brincar clases mejor- para ir a ver a casa del compañero que viviera más cerca los partidos de Argentina 78 o de España 82.Si había examen, o por alguna razón no habías logrado la escapatoria, no quedaba más que creer en la tradición oral para saber qué había sucedido –lo que tus amigos te contaran- o esperar el noticiero de Jacobo en la noche y el periódico del día siguiente.La cifra que llegó la mañana del jueves al escritorio de Eric Fischer, responsable de los contenidos de Televisadeportes.com nos contagió de alegría a todos: el partido entre México y Nueva Zelanda del día anterior fue visto por 802 mil usuarios y generó 1.2 millones de plays.Eso no tiene antecedente cercano. Los usuarios son 250 por ciento mayores que en torneos anteriores y representaron casi la tercera parte de la audiencia total en las plataformas de Televisa –televisión abierta, TDN y digital- que llegó a dos millones y medio de personas.Y más datos: el 84 por ciento de quienes vieron el partido en nuestra plataforma digital lo hicieron a través nuestra página y el resto en nuestra app.Esto quiere decir que hemos acertado otra vez al adquirir en exclusiva los derechos digitales de la Copa Confederaciones y del Mundial de Rusia 2018: estamos brindando un servicio que el auditorio necesita y por lo tanto corresponde a nuestra razón de ser: servir con contenidos de alta calidad con la mejor y mayor distribución posibles.La vida no sería lo mismo si no se hubiera inventado el hielo, ni tampoco si no comprendiéramos los avances tecnológicos en nuestro día a día. Se llama evolución.Ahora que es difícil salir corriendo de la escuela o de la oficina para ver un partido, hay a la mano una alternativa espléndida para ser parte de la fiesta y vivirla donde sea, en el momento que sea. Está sucediendo ahora con números que en el afán de servir, nos hacen digitalmente felices.