Estas son las rotaciones de Joachim Löw en 10 años con Alemania

Todo comenzó en 2004, tras la mala Eurocopa de la selección alemana que trajo consigo la renuncia de Rudi Völler del banquillo teutón.

La federación alemana apostó por Jürgen Klinsmann. Y también por un absoluto desconocido llamado Joachim Löw. El director deportivo (quien sigue ahí actualmente) era Oliver Bierhoff.

Por aquellos años comenzaron a surgir jóvenes talentos con excelentes condiciones técnicas y físicas. Pero además estaban educados para entender la causa-efecto del fútbol.

El primer caso de este moderno prototipo de futbolista alemán fue el lateral derecho Philipp Lahm...

... quien sin embargo jugó el Mundial 2006 a perfil cambiado, como lateral por izquierda.

De hecho, el primer gol de aquella cita mundialista fue de Lahm, quien arrancó por izquierda y se perfiló para patear con pie derecho y anotar un golazo de larga distancia.

El segundo caso del prototipo moderno del futbolista alemán fue el de Bastian Schweinsteiger. Su evolución de volante pegado a banda hacia mediocampista central se dio con el holandés Louis van Gaal.

Jugando en el centro del campo, Schweinsteiger catapultó al Bayern Múnich al título de la Bundesliga en el 2010 y a la final de la Champions en el Santiago Bernéu.

Löw tomó nota de lo hecho por Van Gaal con Schweinsteiger: él sería pareja con Sami Khedira en la torre de control de Alemania.

Con el arribo de Josep Guardiola al Bayern Múnich en 2013, Philipp Lahm rotó nuevamente su puesto.

Guardiola nunca estuvo convencido de Schweinsteiger jugando como mediocampista central y prefirió en ese puesto a Lahm.

Löw también tomó nota: hizo jugar a Lahm como mediocampista central en el debut de Alemania en Brasil 2014 ante Portugal.

También empleó a Mario Götze en la posición de delantero central, mejor conocida como 'función de falso nueve' por los seguidores de Guardiola.

A pesar de que Alemania masacró 4-0 a Portugal, Löw observó que el funcionamiento dejó dudas y comenzó a hacer auto-crítica.

A medio Mundial echó marcha atrás respecto a los experimentos de Guardiola: regresó a Lahm a la lateral derecha y quitó a Götze. Schweinsteiger y Miroslav Klose entraron al once titular.

Usando a un delantero clásico en la función de referencia de área, Alemania incrementó considerablemente su funcionamiento y masacró 7-1 a Brasil.

Sin embargo, el regreso de Bastian Schweinsteiger al círculo central aún genera polémica. Unos dicen que fue el más valioso de la final ganada contra Argentina, otros dicen que falló muchos pases. El debate sigue abierto.

Respecto a Lahm, Schweinsteiger es un jugador más corpulento, capaz de pelear por aire y evitar que el rival intente tirar pelotazos y saltar líneas.

En los tiempos extras, Löw hizo el cambio ganador: sacó a Klose para aprovechar las piernas frescas y movilidad de Götze.

En el actual proceso de Alemania, hay dos jugadores que sobresalen por ser capaces de entender el aspecto táctico del juego. Uno es Emre Can.

Jürgen Klopp lo fichó porque sabe jugar como zaguero central en una línea de tres junto a marcadores como (en su momento) Martin Skrtel y Dejan Lovren.

Pero Emre Can también sabe jugar en el círculo central, cumpliendo la función ida-vuelta de Bastian Schweinsteiger.

Can es uno de los predilectos de Löw y lo llevó también a la Confederaciones, ya que le permite mover su esquema sin quemar cambios.

El otro joven destacado es Joshua Kimmich. Antes de partir del Bayern rumbo al Mánchester City, Guardiola lo usaba como defensa central.

Löw fue un paso más allá con Kimmich: lo usó como lateral/volante en una línea de cinco atrás para sorprender al italiano Antonio Conte en la Eurocopa 2016.

En esta Confederaciones, la prensa especializada sostiene que Kimmich rota entre las posiciones de zaguero y lateral según necesidades, en un rol similar al del brasileño Alex Sandro en la Juventus de Massimiliano Allegri.