El último gran ídolo del Club América. Revulsivo, irreverente con sus movimientos, genio indiscutible con la pelota, Cuauhtémoc Blanco Bravo supo dar valor a su nombre como el fin del gran linaje azulcrema.Nacido en la Ciudad de México, Blanco se abrió paso como muy pocos en el futbol mexicano. Desde su debut con los de Coapa en 1992, irrumpió en el balompié nacional cual Águila aterrizó para devorar a cualquier serpiente. Su talento lo llevó a jugar no solamente con los azulcrema, sino también con el Necaxa, Veracruz, Irapuato, Santos Laguna, Dorados, Lobos BUAP y Puebla.También en el plano internacional, Cuauhtémoc Blanco defendió las camisas del Valladolid en España y Chicago Fire en Estados Unidos, además de ser también un símbolo de la Selección Mexicana, con la que jugó tres Mundiales: Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010.Héroe en varias ocasiones con el conjunto tricolor, incluyendo aquel triunfo en Kingston ante Jamaica en las Eliminatorias de 2001, también disputó tres Copas América y fue Campeón con México en la Copa Confederaciones de 1999, único título FIFA de la Selección Mexicana absoluta hasta el momento.Ganador de un título de Liga con su amado Club América, además de dos Copas MX, el legado de Cuauhtémoc Blanco va más allá de los números o las estadísticas. Hombre de carácter y pilar de cualquier equipo que defendió, fue también creador de la "Cuauhtemiña", recurso que llenó la vista y alegró el alma cada vez que el delantero tomaba la pelota con los dos pies para salir de apuros con un brinco ante dos o incluso tres rivales.Es uno de los mejores jugadores mexicanos de la historia; referente del americanismo y del Tri. Cuauhtémoc Blanco Bravo está en La Jugada de la Copa Confederaciones.