Eric Cantona, un excéntrico que llevó su calidad al fútbol playa y a la televisión

Los pasos de Cantona han dejado huellas imborrables por donde los ha dado, tanto en el fútbol, como el fútbol playa y la actuación, con sus estelares apariciones en lso recordados comerciales de Nike Football.

El 'Rey' inició en el fútbol muy niño, de 8 años, en el equipo de su barrio. Comenzó siendo portero, pero su entrenador de entonces lo convirtió en un delantero letal. En 1981 lo adquirió el Auxerre, pero solo hasta 1983 debutó con el primer equipo. Mientras tanto, él anotaba 20 goles y llevaba al equipo B al título de la Tercera División.

Tras despuntar en el Auxerre, Cantona pasó por el Marsella (equipo de su ciudad natal), Bordeaux, Montpellier y Nimes, antes de saltar al fútbol inglés al que aterrizó en el Leeds United. Dos temporadas allí fueron suficientes para que le Manchester United se fijara en él.

Con los 'diablos rojos' terminó de pulir su nombre y tocó el cielo que le permitía el fútbol inglés. Levantó 4 Premier Leagues siendo el referente de un equipo que ya comenzaba a demostrar lo que tenía para dar Sir Alex Fergusson.

Además, Eric ganó 2 F.A. Cups en 1994 y 1996, títulos que reforzaban su leyenda en el equipo de Old Trafford.

Y, como si fuera poco, también conquistó 3 Charity Shields –hoy Community Shield– en los años 1993, 1995 y 1996.

Fueron un total de 82 goles con la camiseta del Manchester en 185 partidos disputados adornados por una calidad y una potencia únicas.

El 'Rey' realmente lo era entre los fanáticos del United, que encontraron en él al lídeír necesario para dominar el fútbol inglés.

Aunque siempre quedó la gran deuda de ganar una Copa de Europa –Champions League–.

La fama que adquirió Cantona lo llevó a ser una figura pública que trascendió fronteras. Su figura quedó inmortalizada en el popular museo de cera Madame Tussauds.

A manera individual, fue elegido Mejor Futbolista del Año en los años 1994 y 1996, además de integrar la lista del FIFA 100, publicada en el 2004.

Sin embargo, con la selección de Francia nunca pudo triunfar. Quizás es el lunar deportivo en su carrera junto a los fracasos en Champions League.

Si bien quedó campeón de Europeo Sub-21 en 1988 –aunque no jugó la final por una sanción de la Federación francesa–, cuando comenzó a jugar con la mayores llegó el declive.

Fueron 45 partidos con la selección de Francia y 20 goles. Nunca pudo jugar un Mundial y participó solo en la Eurocopa de 1992 en Suecia, en la que su equipo quedó eliminado en primera ronda.

Además de su calidad que desplegó en el Manchester United, Eric Cantona también se vio envuelto en escándalos por su violento comportamiento. Estuvo metido en problemas legales en Inglaterra en repetidas ocasiones.

Luego de su retiro del futbol, el excéntrico Cantona decidió que su futuro estaba en el fútbol playa. Y no la pasó mal, por lo menos estuvo muy bien acompañado.

Fue entrenador-jugador de la Selección de Francia y logró lo que nunca pudo como futbolista, jugar un Mundial y ser campeón del mismo. Lo consiguió en el 2005 ante Portugal, tras definir desde los penales.

El éxito no lo pudo repetir en el año siguiente, cuando ya solo fue entrenador, ya que ocuop el tercer lugar en la Copa del Mundo. En el 2011 acabó su ciclo por malos resultados.

Durante ese tiempo también dedicó su vida a la actuación, estudiando y apareciendo en algunas pequeñas producciones. Su momento más grande en la pantalla llegó de la mano de Nike, cuando se convirtió en su imagen en los recordados comerciales de los años 90 y comienzos del 2000 de Nike Football, Jogo Bonito, y otras campañas.

También fue embajador del Manchester United, lo que yo lo acercaba a los temas dirigenciales.

Lo cual se cumpliría en el 2011 cuando fue anunciado como director deportivo del New York Cosmos, donde compartía con Peél, presidente de Honor. Su cargo lo desempeñó haósta el 2014 cuando el club lo despidió por agredir en Londres a un fotógrafo.

Actualmente, el 'Rey' Cantona trabaja para un canal de televisión en Inglaterra y ha dejado la polémica en su vida personal, por lo menos hasta el momento. Sin duda, un jugador que marcó una huella y se esforzó por no dejar que se borrara.