El Besiktas se debatía entre respetar los reglamentos o manterse fiel a su convicción. Finalmente se inclinó por lo último al no presentarse a la reanudación del clásico ante Fenerbahçe por la Copa de Turquía. Resultado: se le dará por perdido el juego por 3-0, le da el pase a su acérrimo rival y se expone a una suspensión de un año para disputar esa competición.