Fútbol
Desde perder un dedo hasta morir: todo lo que puede pasar por culpa de una mala celebración
Los festejos de un gol con consecuencias muy graves, desde lesiones simples, otras que perjudicaron sus carreras e incluso acabaron con vidas.
Por:
TUDN.
El momento más alegre del fútbol es el gol y sus celebraciones deberían ser sinónimo de buenos recuerdos, pero en algunos casos desembocaron en lesiones e incluso en tragedias personales.
AP y Getty Images
La lesión del argentino Martín Palermo se presentó en un partido entre Villarreal y Levante en Copa del Rey: al celebrar con los hinchas, estos derribaron el muro y ese cayó en la pierna del jugador.
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Esa lesión dejó por varios meses inactivo al delantero, que llegó al Villarreal en su mejor momento pero tras la doble fractura en tibia y peroné jamás pudo recuperar su nivel en el sueño europeo.
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Ninguno de los compañeros de Zlatan Ibrahimovic en Milán imaginó que una celebración del sueco lo llevara a una lesión por excederse en energía. El atacante sufrió daños en su hombro.
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Al celebrar Zlatan agitó su brazo con tanta fuerza que el hombro se salió de su lugar lo que impidió que el jugador siguiera en cancha.
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Parece impensable para un francés lesionarse en un amistoso en el que se gana 4-0 contra Armenia y que el daño provenga en medio de una celebración, pero así le pasó a Karim Benzema en 2015.
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Benzema celebraba con calma pero su compañero Antoine Griezmann se le montó en la espalda, parte del cuerpo que se vio afectada y lo que obligó el cambio inmediato por Oliver Giroud.
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Roque Junior Maurides (izq.) debutó con gol en Inter de Brasil a sus 19 años y al celebrar con salto mortal se lesionó la rodilla. La experiencia le ha enseñado a ser más moderado.
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El suizo Charyl Chappuis celebró emocionado su gol con el Buriram United contra Jiangsu Sainty en la Copa Asiática del 2014, pero su salto le resultó en una lesión en su tobillo izquierdo.
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Esa lesión lo tuvo por tres meses fuera de las canchas, algo que sin duda lo afectó con su equipo pues al final de la temporada salió a otro club. Con Buriram apenas marcó dos goles.
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Lautaro Comas (20) marcó un gol con Patronato en el fútbol argentino cuando ese equipo estaba en segunda división, lo que generó una emoción gigante en el jugador que fue a celebrar a las mallas.
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Lo inimaginable es que en plena celebración el jugador iba a tener un choque que le generó una cortada en la ceja.
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Fabián Espíndola anotó un gran gol con el Salt Lake City contra LA Galaxy y lo celebró con doble salto mortal, cuya caída fue defectuosa y le lesionó el tobillo.
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Aparte del daño, lo más triste es que el tanto de Espíndola en ese partido de MLS fue anulado por fuera de lugar.
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La alegría de Antonio Candreva al marcar el gol con la Lazio contra el Palermo en la Serie A en su triunfo 2-1 en 2015 tuvo la sombra de las consecuencias de su celebración.
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El jugador se golpeó la rodilla al tratar de celebrar y debido a ese impacto no pudo terminar el partido.
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El suizo Paulo Diogo sufrió mientras celebraba un gol con Servette, cuando fue las mallas con el público y se le enredó su anillo matrimonial, lo que causó la amputación parcial del dedo anular.
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Lo más paradójico es que fue amonestado por su exceso y pérdida de tiempo, aunque el jugador lo que hacía era buscar su pedazo de dedo faltante. Tras el incidente, siguió su carrera cinco años más.
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La peor tragedia en una celebración fue la muerte de Peter Biaksangzuala, que al festejar con una voltereta en el aire su gol en India cayó mal, se fracturó la columna y falleció a los cinco días.
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