Argentina

    El ocaso de Lio Messi

    La presencia de “La Pulga” más Ángel di María y Sergio Agüero en el tridente ofensivo condiciona el juego para una Argentina sin tiempo para trabajar.

    whatsappLogoOutline
    facebookLogoOutline
    twitterLogoOutline
    envelopeOutline

    Por:
    Ricardo Vázquez.

    El genio del fútbol mundial continúa sin aparecer con su país.

    Imagen Reuters.
    El genio del fútbol mundial continúa sin aparecer con su país.

    Alejandro Sabella fue el primero en darse cuenta que el 4-3-3 estilo FC Barcelona es impracticable para el fútbol de selecciones. Era el 2014 cuando el entonces seleccionador argentino optó por un 4-4-2 con Lionel Messi y Gonzalo Higuaín como arietes, con tan buenos resultados que casi gana el Mundial de Brasil.

    Publicidad

    Desde entonces, observar el juego de la selección de Argentina es un martirio para la vista del espectador neutral… Y un martirio para los hinchas argentinos.

    Y es que tras la marcha de Sabella se impuso un modo de ver a la Albiceleste según el cual Messi es un náufrago en un mar de compañeros que ni lo entienden ni lo merecen. De modo que el problema argentino ha consistido en cómo arropar al 10. Cómo mimarlo. Cómo hacerlo feliz. Cómo evitar que una de sus varias renuncias se convierta en la irrevocable.

    Jorge Sampaoli ciertamente no fue pionero en intentar copiar al Barça para acomodar a Messi en la selección. Antes, Sergio ‘Checho’ Batista imitó el ‘tiki-taka’ fallidamente, causando el desperdicio de Carlos Tévez cuando aún estaba rompiéndola en Europa. Desde entonces, surgió ese dicho tan políticamente incorrecto de que Argentina es la escuadra de los “Messi Friends.”

    El batacazo contra Selección Colombia en la Copa América Brasil 2019 evidenció nuevamente que el 4-3-3 argentino es un barco haciendo agua ante almirantes estudiosos como Didier Deschamps o Carlos Queiroz, cuyo oficio es saber por dónde se abre siempre el boquete.

    Ponerlos a Messi, Di María y Agüero adelante implica desproteger a los de atrás. “Su gol fue de contragolpe,” dijo Lionel Scaloni en rueda de prensa, descubriendo que el agua moja y que el fuego quema. El fútbol demanda sacrificio. Jugar con tridentes ofensivos con ida pero sin vuelta es al balompié lo que bajar la guardia es al box.

    Los 10 de Argentina y Colombia, Lionel Messi y James Rodríguez, protagonistas en el juego entre ambos equipos en el Arena Fonte Nova por la Copa América.
    Lionel Messi sintió el juego fuerte de la marca colombiana desde los primeros minutos del encuentro.
    Con pases entre líneas, Lionel Messi intentó romper la defensa colombiana durante el primer tiempo.
    James Rodríguez intentó conducir el mediocampo colombiano, no le fue fácil en los 45 minutos iniciales.
    La marca de Wilmar Barrios (izquierda) fue efectiva para anular a Lionel Messi en el partido.
    Messi no tuvo muchas opciones para rematar directo al arco que defendió David Ospina (izquierda).
    El mediocampista del América Mateus Uribe (derecha) también ajustó la marca sobre Messi en el segundo tiempo.
    Esta falta de Juan Guillermo Cuadrado sobre Lionel Messi fue el saludo en el segundo tiempo para el argentino.
    Una dura falta de Juan Guillermo Cuadrado sobre Messi en el inicio del segundo tiempo desató un conato de bronca.
    En su mejor jugada del partido, Lionel Messi pisó el área colombiana pero Barrios punteó el balón a las manos del arquero Ospina, los argentinos reclamaron tiro indirecto.
    Con la pelota quieta Lionel Messi intentó abrir el marcador.
    En sus dos oportunidades de pelota quieta, el balón enviado por Lionel Messi llegó fácil a las manos del arquero rival.
    Con un increíble cambio de frente, James Rodríguez (derecha) dio inicio a la jugada del primer gol de Colombia.
    Con el gol de Roger Martínez al minuto 71' para Colombia aumentó la preocupación para un Lionel Messi que no se encontraba en la cancha.
    Con el segundo gol colombiano a cuatro minutos del final, la esperanza se esfumaba para Lionel Messi.
    James Rodríguez terminó como capitán de Colombia al irse sustituido Radamel Falcao García, cerrando así la victoria de su selección.
    Aunque formalmente no tuvo una asistencia, James Rodríguez participó en una acción de gol de Colombia y Lionel Messi lució desconcertado.
    Contra Paraguay el próximo miércoles, Lionel Messi tendrá una oportunidad más de redimirse con la Albiceleste y salir de la frustración.

    1 / 18
    Imagen LUISA GONZALEZ/REUTERS
    Los 10 de Argentina y Colombia, Lionel Messi y James Rodríguez, protagonistas en el juego entre ambos equipos en el Arena Fonte Nova por la Copa América.


    Ernesto Valverde es un hombre inteligente. Aprendió la lección dejada por Sabella. Su Barcelona habría de jugar al 4-4-2 con Messi junto a Luis Suárez para no desproteger la retaguardia. Que se sacrifiquen los de atrás para que el de adelante pueda flotar. Empero, resulta que los Piqué y los Busquets tampoco son los de antes. Se abre la chequera.

    Publicidad

    Pero en fútbol de selecciones abrir la chequera no es opción. La opción es el recambio generacional y quienes mejor lucieron para Argentina en una noche sombría fueron los centrocampistas Leandro Paredes, Giovanni lo Celso y Guido Rodríguez. Desde la banca, vio la derrota un joven llamado Lautaro Martínez.

    Cada genio tiene su apogeo, pero también su ocaso. El cuento de los dos Messis ha llegado a su fin: el Messi jugador todavía está para disputar otra Copa del Mundo... Pero el Messi seleccionador debe dejar trabajar al próximo entrenador de Argentina para armar de una vez por todas al equipo que ha de suceder a los “Messi Friends.”

    Relacionados:
    En alianza con
    civicScienceLogo
    US