Raúl Méndez | Más que un club

Eso fue Lionel Messi tras finalizar una relación que se juraba lealtad eterna, al menos desde la condición del argentino que así lo sostuvo durante su mensaje del adiós, sin olvidar el culebrón que originó con el famoso burofax de hace un año cuando demandó su salida.

Para Messi, ahora sin quererlo, se difuminó el sueño de ser miembro del selecto One Club Men.

Los tiempos actuales en el que los equipos son operados como empresas antes que clubes obligan a tomar decisiones que priorizan lo económico y no el romanticismo.

Lo inadmisible es cómo hizo el club catalán para sufrir una crisis monumental teniendo a uno de los dos mejores jugadores del mundo en los últimos quince años a tal extremo que no encontró la fórmula para mantenerlo hasta el final de su carrera.

La economía del FC Barcelona está seriamente dañada y comprometida en un futuro que ya no tendrá a Lío, su principal fuente de recursos e ingresos.

Uno de los pecados fue creer que la bonanza sería perpetua así que extendieron contratos casi prohibitivos a jugadores con sueldos altísimos que hoy no pueden costearse porque simplemente dejaron de ganar, condición necesaria para operar sobre ese gasto.

Y cuando se les pidió a esos jugadores que se bajaran el sueldo para cuadrar los números y garantizar la continuidad del astro cuentan los medios catalanes que nadie aceptó las condiciones desesperadas del equipo blaugrana.

Era lo menos que podían hacer por el jugador cuyo rendimiento les permitió ganar tanto en lo deportivo y económico. Tampoco puede olvidarse el despilfarro del club, superior a los mil millones de euros, en la inversión de jugadores cuyo rendimiento no ha estado a la altura de su costo.

Todo comenzó con la marcha de Neymar al Paris Saint-Germain que pagó su cláusula de rescisión superior a los 200 millones de euros.

Tan sólo se fueron más de 400 millones, casi el doble, por Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho y Antoine Griezmann que ni sumando conjuntamente su rendimiento pueden acercarse a las prestaciones del brasileño.Joan Laporta lo volvió a hacer.

En su primer mandato prometió durante campaña que firmaría a David Beckham y fracasó. Ahora en su discurso proselitista dijo que era el único capaz de convencer a Messi de quedarse. Volvió a incumplir y será recordado como el presidente que perdió al rosarino.

Igual de tocados salen entes como la UEFA. Libre Messi pocos podían darse el lujo de tenerlo, entre ellos los clubes estado Manchester City y Paris Saint Germain.Quién mejor que el club parisino para pasarse el Fair Play Financiero por el Arco del Triunfo y hoy parte como el probable destino del argentino.

¿Porqué las reglas no aplican para todos?