BOGOTÁ, Colombia.- .- Sin pensárselo mucho el Deportivo Cali sentenció como visitante con un tempranero gol el buen resultado obtenido en el partido de ida de la final del Torneo Apertura con el Independiente Medellín y volvió a convertirse en campeón de Colombia diez años después de conseguir su último trofeo local.

Andrés Roa envió el balón a la red al aprovechar con un remate de cabeza la falta sacada por Yerson Candelo en el minuto 39 de la primera mitad, preludio de un cambio de ritmo en el partido y del fin de las esperanzas del Medellín en su propio patio, el estadio Atanasio Girardot.

Media hora antes, con un estadio lleno hasta la bandera, el Medellín apelaba a la gesta, pues sabía que se requería un esfuerzo extra para remontar el 1-0 de la ida con el que saldó el partido del pasado miércoles en el estadio Palmaseca de Cali.

Dicho y hecho; antes de los primeros cinco minutos el Medellín, conocido como "el poderoso de la montaña", ya había disparado a puerta, un aviso que pareció enfriar la salida del Cali, que vigilaba su portería con recelo.

El juego se volvió bronco muy deprisa, y en los primeros veinte minutos el árbitro Juan Carlos Gamarra tuvo tres sacar tres tarjetas amarillas, dos para el Cali y una para el Medellín.

Las gradas, vibrantes como corresponde a una finalísima, no pudieron evitar a indeseables que lanzaron una moneda contra Candelo en el minuto 34, sin saber que muy poco después él lanzaría la falta que Roa metió de cabeza en el arco de Anthony Silva y dejó los ánimos del Atanasio Girardot por los suelos.

Los caleños fueron aumentando potencia y enviaron un aviso claro en el minuto 37 que no tardó en ser sentencia.

A partir de ahí, los minutos hasta el descanso se convirtieron en carreras frenéticas y peligrosas avanzadas del Cali, que hizo del contragolpe su mejor arma ofensiva valiéndose para ello de la explosión física de su plantilla, llena de muchachos que rondan los 20 años.

Medellín empezó la segunda mitad sabiendo que debía marcar tres goles para ganar, una opción que se enterró en cinco minutos.

Ese fue el tiempo que tardó "el poderoso de la montaña" en perder su ocasión de mover el marcador al fallar Vladimir Marín un penalti dudoso señalado por Gamarra en una jugada en la que el portero caleño Ernesto Hernández salió a barrer una llegada de Brayan Angulo.

Pero Marín la manda al travesaño y las gradas se congelan. La prisa desaparece del Cali, que juega con la tranquilidad del resultado y entra en trance.

Adelante, el Medellín siguió intentándolo, y la insistencia dio como fruto el gol de jugada de Monsalvo en el minuto 68 y la vuelta de oxígeno al conjunto paisa, dominado ahora por la prisa y con un renovado control de la pelota tras la entrada de Alfredo Hernández, Hernán Pertuz y Alfredo Morelos.

Pero no basta. Los jóvenes caleños, dirigidos por el veterano Fernando "Pecoso" Castro, aguantan hasta el final y ganan la novena estrella del conjunto "azucarero" tras diez años ausentes de la gloria local.