La selección mexicana dirigida por Juan Carlos Osorio estará en Rusia 2018 sin sufrir los dramas vividos rumbo a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Sin embargo, hay un divorcio entre un sector grande de la prensa (y afición) y los seleccionados en torno al método de rotaciones del colombiano.
Vamos conclusión por conclusión.
1) Las rotaciones son un método (y no una estrategia) que a final de cuentas no han afectado ni la regularidad ni la cohesión del juego colectivo. Tiene razón Osorio cuando dice que ocho jugadores han disputado más de mil minutos desde que él asumió las riendas del Tri. Estos ocho y base de la escuadra son Guillermo Ochoa, Héctor Moreno, Diego Reyes, Miguel Layún, Rafael Márquez, Andrés Guardado, Héctor Herrera y Javier Hernández.
2) Las rotaciones tácticas tampoco han afectado, pues Osorio ha usado tres sistemas básicos para jugadores profesionales, intercambiables en un mismo partido según circunstancias: el 4-3-3, el 4-2-3-1 y el 3-4-3. No obstante, rotar de golpe futbolistas y sistemas de un partido a otro sí generó las imágenes más pobres de México aun ganando: fue en el 2-0 a Jamaica en Pasadena de Copa América Centenario y en el 2-1 a Nueva Zelanda en Sochi de Copa Confederaciones. Se trató de un menosprecio a ambos rivales que pudo costar caro.
3) El uso de defensas centrales (como Carlos Salcedo y Oswaldo Alanís) en las posiciones de defensas laterales es una estrategia cuyo objetivo es liberar al volante o al extremo (como Carlos Vela o 'Tecatito' Corona) de deberes defensivos: el defensa lateral permanece en línea con la zaga y, si el extremo pierde el balón en la vanguardia, la retaguardia permanece protegida.
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El gran problema con esta estrategia es que las mejores selecciones del mundoatacan y defienden usando simultáneamente al lateral y al volante. Osorio sentó a Vela ante Alemania en Confederaciones porque temía las subidas del lateral zurdo Jonas Hector asociándose con Julian Draxler. Cuando Vela volvió frente a Portugal en Moscú, Layún quedó muy expuesto y exhibido por un Vela que caminaba en tiempos extras.
4) Tanto el 7-0 de Chile como el 4-1 de Alemania fueron derrotas tan claras que es válido decir que el rival fue superior incluso en el aspecto físico. En su visita al Estadio Azteca, el costarricense Bryan Ruiz demostró el talento para generarse solo ocasiones en el primer tiempo, mas no el aguante para seguirlas generando durante el segundo. Pero él juega en Portugal, mientras los protagonistas del 7-0 y del 4-1, Arturo Vidal y León Goretzka, juegan en una liga superior.
En la batalla por el corazón del campo ambos mediocampistas superaron a Héctor Herrera (quien juega en la misma liga que Ruiz). En la Copa del Mundo, México hallará a rivales con jugadores titulares de los mejores clubes del mundo, con la mejor preparación física del mundo, futbolistas de élite.
5) Ahora bien, detrás del buen paso por el hexagonal y del 7-0 y del 4-1 está la misma estrategia: la de tener la posesión del balón para que los jugadores talentosos se asocien entre ellos y generen ocasiones de gol. Así ocurrió en la victoria 2-1 ante Team USA en Columbus: México hizo el 1-0 gracias a un sistema que halló acomodo simultáneo para 'Tecatito', Vela, Giovani dos Santos y 'Chicharito' en sus posiciones predilectas.
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Cuando Estados Unidos comenzó a buscar el partido, liderados sobre todo por Christian Pulisic, sin embargo, el Tri perdió el control del esférico y fue alcanzado 1-1 en el marcador. Solamente ganó de último minuto en un tiro de esquina.
He ahí el problema con la estrategia de posesión del balón: es vulnerable cuando el adversario presiona adelante sistemáticamente. Dicha estrategia funciona en Concacaf, donde los rivales optan por agruparse bien atrás, pero es suicida ante equipos con futbolistas trabajados para recuperar balón donde duele. Michael Bradley, sin presionar tanto, aprovechó un pésimo pase de 'Chicharito' en el Azteca para convertir el 1-0 transitorio.
Como conclusión general, la crítica de las rotaciones es una crítica de métodos que no toma en cuenta al rival (se asume que, jugando los mismos siempre del mismo modo, México como por arte de magia jugará igual en Concacaf que contra rivales de otras Confederaciones). En contraparte, la crítica de estrategias considera al rival: en eliminatorias regionales la selección mexicana quizás tiene mejores futbolistas que el resto de los equipos, pero en Copa del Mundo habrá al menos diez selecciones con más peso específico y que, con humildad y respeto por todos los adversarios, habrá que saber cuáles son fortalezas y debilidades para trabajar estrategias más realistas.
