Fútbol

    Capítulo 1: Yugoslavia, las seis repúblicas que separó Zvonimir Boban con un rodillazo

    En 1990, Yugoslavia estuvo a punto de echar al entonces campeón; fue la última vez que se le vio en un Mundial de fútbol antes de una cruenta guerra.

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    Por:
    Ricardo Otero.

    El momento de la agresión de Boban a un policía fue captado por una cámara.

    Imagen AP
    El momento de la agresión de Boban a un policía fue captado por una cámara.

    Dragan Stojkovic se perfila y dispara cruzado con la derecha. El balón pega en el travesaño. Sergio Goycoechea alza el puño derecho en señal de festejo. Argentina tiene ventaja de 1-0 en la tanda de penales.

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    Jorge Burruchaga, el héroe de México 1986, acierta su cobro, como lo hizo antes Jorge Serrizuela. Robert Prosinecki acerca a Yugoslavia, que empieza a sonreír cuando el mejor futbolista del mundo, Diego Armando Maradona, le pega muy flojo y mal colocado, raro en el 'Pelusa', que así le entrega el balón al portero Tomislav Ivkovic.

    Dejan Savicevic marca el del empate. La Argentina campeona mundial está en peligro. Es más, Pedro Troglio también falla con un disparo al poste, pero Goycoechea le ataja a Dragoljub Brnovic y a Faruk Hadzibegic para evitar la tragedia.

    La 'Albiceleste', vestida de azul marino aquella tarde en Florencia, con un portero suplente y con la falla del máximo símbolo de su historia, llegó a Semifinales de Italia 1990.

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    Iniciemos por la propia Inglaterra. En la tierra de la reina Isabel II no es la primera vez que se presenta una sorpresa de tal magnitud. En la campaña 1977-78, el Nottingham Forest se llevó los honores. Tan sólo un torneo antes, 76-77, había logrado ascender bajo la dirección técnico de Brian Clough y se coronó con siete puntos arriba del Liverpool. Pero no se quedó ahí, en las campañas 78-79 y 79-80 también se coronó en la Copa de Europa.
    También en Inglaterra, pero en 1995, el Blackburn Rovers consiguió la hazaña cuando nadie lo esperaba luego de más de 80 años sin un título. El técnico era Kenny Dalglish y empezaba a despuntar el delantero Alan Shearer. La última jornada fue dramática, necesitan ganar para ser campeones pero perdieron con el Liverpool y la única opción era entonces que Manchester United no ganará, tal como sucedió al empatar con West Ham.
    En un fútbol tan serio y poderoso como el alemán, también han existido cenicientas. Otto Renhagel era el técnico del Kaiserslautern en la campaña 97-98. Inició ese torneo con victoria sobre el siempre poderoso Bayern Múnich y nunca perdió el paso. Se coronó a falta de una jornada en el que es el más reciente título en la Bundesliga del equipo.
    Armin Veh armó en el 2007 un Stuttgart impresionante con jugadores que después darían el gran salto como Mario Gómez o Sami Khedira u otros que eran desconocidos en aquellas tierras como los mexicanos Ricardo Osorio y Pável Pardo. Venían de una sequía de 15 años sin ganar en la Bundesliga y no lo han vuelta a hacer desde entonces.
    Con los siempre y todo poderosos Real Madrid y FC Barcelona en España también se han dado casos así. El más recordado de todos, el del Deportivo La Coruña de la campaña 1999-2000. Con Javier Irureta como director técnico y jugadores del calibre de Roy Makaay, Djalminha y Mauro Silva. A falta de tres jornadas ganaron la Liga y más adelante también dos Copas del Rey y dos Supercopas de España.
    La discusión sobre si el título del Atlético de Madrid del 2013-2014 fue sorpresa o no es intensa. Tomemos en cuenta un par de datos, rompió nueve años de hegemonía del Real Madrid y del FC Barcelona en momentos estelares de ambos conjuntos. Y consiguió el campeonato en el campo del FC Barcelona, en una especie de final, con un empate a un gol en la última fecha del torneo. Merece estar en esta lista.
    Italia no se escapa de un sitio en esta relación. En la campaña 1984-85, el Hellas Verona se alzó con el título de manera impredecible. Ascendió en 1982 y Osvaldo Bagnoli era el técnico. Tenía como referentes al alemán Hans Peter-Briegel y al danés Preben Elkjaer.
    No es que fuera una sorpresa que un equipo de Diego Armando Maradona consiguiera un trofeo, pero el Napolés nunca había logrado un scudetto hasta que llegó el 10 argentino. En la campaña 86-87 no sólo consiguió el tan ansiada liga sino que ganó la Copa de Italia.
    Recientemente en Francia, en la campaña 2011-12, el Montpellier consiguió su primer título de liga de la historia en una campaña en la que el Paris Saint Germain estrenaba propietario y que había hecho una inversión importante en futbolistas. Es recordada la frase del técnico René Girard al final del campeonato, “esto demuestra que no hay que temer a nadie y que el dinero no compra la felicidad”, dijo.
    Fundado en el 2007, Xolos ascendió a la Primera División del fútbol mexicano en el 2011 y fue campeón en el Torneo Apertura 2012. Antonio Mohamed era el director técnico de aquel conjunto que se estrenó tan rápidamente en la Máxima Categoría del balompié azteca. Terminó el torneo regular en segundo sitio y en la Liguilla eliminó al Monterrey, al León y venció en la final al Toluca en el Nemesio Diez.
    Algo similar, pero mejorado, hizo el León también en México. Ascendió en el Clausura 2012, luego de varios años en la categoría de ascenso pese a ser un histórico de aquel fútbol, y en el Apertura 2013 y en el Clausura 2014 levantó el ansiado trofeo de Liga bajo la dirección técnica de Gustavo Matosas.
    A nivel de selecciones se han presentados sorpresas recientemente. Dinamarca ganó la Eurocopa del 92 de manera épica. Sus jugadores ya estaban de vacaciones, pero Yugoslavia fue excluida del torneo por la Guerra de los Balcanes. Entró de sustituto y dirigidos por Richard Moller Nielson y sin su máxima estrella, Michael Laudrup que se negó a ir, logró la hazaña.
    Otto Renhagel aparece por segunda vez en esta lista como director técnico de un equipo sorpresivo. Dirigió a Grecia en la Eurocopa del 2004. Su sistema era ultradefensivo, pero muy funcional. Se impuso a Portugal, empató con España, cayó con Rusia. En cuartos se impuso a Francia, en semifinales a República Checa y en la final le volvió a pegar a Portugal.
    Finalmente el Leicester es la más reciente adquisición de esta relación. Se pensaba que estaba destinado al descenso con una nómina discreta en medio de un fútbol multimillonario. Claudio Ranieri dirige un equipo espectacular y solidario, que ahora ya es parte de la leyenda.

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    Leicester se ha sumado a una selecta lista del balompié de todo el mundo, la de aquellos que no eran esperados a la fiesta y se quedaron con el pastel completo. La sorpresa es el alimento de todo buen aficionado al balompié. Aquí te presentamos una lista de los equipos más representativos que recientemente se colaron sin ser vistos al evento principal y se marcharon agitando banderas.

    Stojkovic nació en la actual Serbia; Ivkovic, en el territorio de Croacia; Hadzibegi, en Bosnia; Dejan Savicevic es, hoy en día, el presidente de la Federación de Fútbol de Montenegro, país del cual también es Brnovic. Prosinecki fue el caso más raro: nació en Alemania, su padre era croata, su madre era serbia, y optó por Croacia, la nación donde vivió desde los 10 años de edad, cuando aún era parte de Yugoslavia.

    La última aparición de Yugoslavia unificada en un Mundial de fútbol, en aquellos dramáticos penales ante Argentina, es muestra de lo fragmentado que estaba un país que por décadas soportó sus diferencias étnicas e ideológicas.

    El escritor y periodista belga Léon Thoorens explicó así, en 1969, lo que era Yugoslavia: "Los propios yugoslavos definen a su país como si contaran las piezas de un mosaico: seis repúblicas, cinco naciones, cuatro culturas, tres lenguas, dos alfabetos, un estado. Eventualmente podría alargarse la cuenta y citar además siete religiones, ocho raíces culturales, nueve catástrofes nacionales, diez influencias exteriores."

    La Selección de Bosnia-Herzegovina aparece por primera vez en un Mundial de Fútbol por lo que sus figuras tratarán de disfrutar la experiencia mostrando su talento con la intención de seducir a propios y extraños en Brasil.
    Edin Dzeko es conocido como el 'Diamante Bosnio' y sus números con la camiseta nacional avalan ese mote para el delantero de 27 años.
    El atacante del Manchester City llegó a la Liga Premier en 2011 por 32 millones de Euros que lo colocaron como el sexto fichaje más caro del fútbol inglés en ese momento.
    Su promedio goleador con su selección mejoró entre la eliminatoria a Sudáfrica 2010 en el que marcó 9 goles en 13 partidos, mientras que para Brasil marcó 10 goles en ocho participaciones.
    Dzeko fue reconocido como el Futbolista Bosnio del Año en 2009 y 2010 y ha vestido la camiseta de su selección en 47 ocasiones.
    Vedad Ibisevic también ha sido reconocido como el mejor jugador de su país en 2008 y actualmente juega en el fútbol alemán.
    El atacante nacido en lo que antes era Yugoslavia ha vestido la camiseta de tres equipos alemanes y dos franceses por lo que a sus 29 años ya tiene rose internacional.
    Fue el autor del gol de la victoria frente a la Seleccion de Lituania, que luego valdría la histórica clasificación de Bosnia a un mundial por primera vez en su historia.
    Debutó con la selección de su país en el 2007 y actualmente suma 34 participaciones en partidos oficiales.
    Miralem Pjanić es de los hombres que mueven el juego de la selección de Bosnia gracias al gran sentido con el que maneja el balón cuando lo tiene en sus pies.
    Desde el 2011 juega con el AS Roma de la Serie A de Italia y tienes tres goles en lo que va de su carrera.
    Fue seleccionado infantil de Luxemburgo pero en 2007 decidió vestir la casaca de Bosnia, misma que ha portado en 21 ocasiones.
    Por su forma de jugar, sus pases y su pegada ha sido comparado con el brasilero Juninho Pernambucano.
    Zvjezdan Misimovic es de orgen alemán y con sus 31 años de edad será el hombre de la experiencia en el medio campo bosnio.
    Actualmente juega en el Dinamo Moscú de la Liga Premier de Rusia pero debutó como profesional con el Bayern Munich en el 2000.
    El volante de 31 años ha jugado 61 partidos internacionales con su selección marcando 18 goles.

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    La Selección de Bosnia-Herzegovina aparece por primera vez en un Mundial de Fútbol por lo que sus figuras tratarán de disfrutar la experiencia mostrando su talento con la intención de seducir a propios y extraños en Brasil.

    A la distancia, casi medio siglo después de lo descrito por Thoorens y sin mayor conocimiento, podríamos interpretar que el gigante de los Balcanes era un ejemplo de diversidad y tolerancia, sin embargo, todas sus diferencias explotaron a causa de una crisis económica y la caída de la Unión Soviética, que fracturó las raíces ideológicas de su régimen. La llegada al poder de partidos nacionalistas en Eslovenia, Croacia y Serbia desembocaron en sus declaraciones de independencia, pero las voluntades de separarse de Macedonia y Bosnia-Herzegovina elevaron las tensiones entre las repúblicas y el resultado fue el conflicto armado más sangriento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

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    La secesión, en realidad, no ha terminado. Las seis repúblicas que conformaron la República Federal Socialista de Yugoslavia se separaron en 1991; una de ellas se nombró República Federal de Yugoslavia hasta 2003, cuando se denominó Serbia y Montenegro, hasta que el segundo de ellos, tres años más tarde, abandonó esa unión. La extinta Yugoslavia comprende lo que hoy en día es Serbia, Croacia, Montenegro, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina. Actualmente está en disputa el territorio de Kosovo, que forma parte de Serbia, pese a que ya es reconocido como estado por 113 miembros de la ONU e incluso participó en los Juegos Olímpicos Río 2016.

    De hecho, la República Federal de Yugoslavia participó en Francia 1998, sin embargo, la FIFA acredita sus logros y estadísticas de aquel torneo, en el que fue eliminada en Octavos de Final por Holanda, a lo que es hoy la selección de Serbia.

    El deporte tuvo sus manifestaciones evidentes del conflicto. Aunque la selección de fútbol se quedó cerca de dar una actuación histórica, la de básquetbol, ese mismo año, se coronó campeona mundial -curiosamente en Argentina- con jugadores que formaron parte de la primera gran 'invasión' de extranjeros a la NBA como Drazen Petrovic, Vlade Divac y Toni Kukoc. Yugoslavia era entonces también el vigente subcampeón olímpico.

    El 13 de mayo de 1990, durante un clásico entre el Dínamo de Zagreb y el Estrella Roja de Belgrado, los hinchas locales entonaron el himno croata, lo que contestaron sus rivales con cánticos hirientes. Se rompió el muro que separaba a las dos aficiones, que incluso arrancaron mobiliario del estadio. La batalla campal dejó a más de 100 heridos y, milagrosamente, ningún muerto. La policía federal, bajo control serbio, atacó a los fanáticos croatas, pese a que estaban en Zagreb, actual capital de aquel país.

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    Aunque los jugadores se dirigieron a los vestidores durante el conflicto, una de las imágenes que más se recuerda de aquel suceso fue la patada que le propinó Zvonimir Boban a un agente que golpeaba a un aficionado de su equipo. El joven, de entonces 21 años de edad y ya capitán del Dínamo, fue castigado seis meses, lo que le impidió participar en Italia 1990, país en el que, paradójicamente, formó durante la siguiente década una brillante carrera en las filas del Milán.

    Boban fue considerado un ícono del nacionalismo croata. Años después lo reivindicó como un acto de defensa a sus coterráneos: "Grité a un policía: 'vergüenza, estás masacrando a niños'. Él me aporreó dos veces. Entonces tuve una reacción instintiva y le fracturé la mandíbula con un rodillazo".

    Podría parecer sólo como algo anecdótico, pero en realidad, aquello fue mucho más que una gresca entre aficionados. La barra del Estrella Roja fue liderada aquel día por Zeljko Raznatovic, quien poco después, bajo el alias de 'Arkan', encabezó un grupo paramilitar que practicó la limpieza étnica y sobre sus hombros cargó con la muerte de miles de personas. En 1994, el propio 'Arkan' declaró que previó la guerra después de aquel partido en el Estadio Maksimir.

    Es injusto acreditarle a Zvonimir Boban el inicio de aquella guerra, pero su acción, junto a todo lo que ocurrió aquella vez en Zagreb, fue la evidencia ante los ojos del mundo de lo que estaba por ocurrir en Yugoslavia.

    Boban fue campeón mundial juvenil (hoy categoría Sub 20) en Chile 1987. El único logro del fútbol yugoslavo que lo supera fue la medalla de oro de los Juegos Olímpicos Roma 1960. Fueron subcampeones de las Eurocopas de 1960 y 1968, mientras que en el Mundial de Mayores lo mas alto que alcanzaron fueron los cuartos lugares en Uruguay 1930 y Chile 1962.

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    Zvonimir marcó el gol de su selección en la Final de Chile 1987 ante Alemania Federal. El partido quedó empatado a un tanto y él mismo fue el encargado de anotar el penal de la victoria en la tanda. Tres años más tarde, Robert Prosinecki y Robert Jarni jugaron en el Mundial de mayores, mientras que el portero Dragoje Lekovic y el delantero Davor Suker fueron convocados, pero no vieron acción.

    Es imposible saberlo, pero tal vez si Boban cobraba nuevamente el quinto penal, uno de los que se fallaron ante Argentina en Italia 1990, Yugoslavia también habría sido campeón del mundo de fútbol.

    Sin embargo, el destino era inminente.

    Continúa con el Capítulo 2: Alemania fue el bálsamo en la cancha de un país dividido


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