Los clubes arribaron a este compromiso con 56 puntos de diferencia, la mayor cantidad tras 27 jornadas en La Liga, y vaya que se notó la desigualdad entre el líder y el colero.
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El club catalán abrió el marcador al minuto 14 con un auténtico golazo. Jordi Alba se lució con un centro cruzado desde tres cuartos de cancha y el delantero uruguayo, Luis Suárez, definió a la perfección con la cabeza.
Al 27’, Coutinho aumentó la ventaja en La Rosaleda. Tras una gran jugada de Dembélé, quien piso el balón, se quitó a dos rivales y mandó un centro raso, el brasileño se inventó un recurso y de taquito, con túnel incluido, puso el 2-0.
El partido se puso color de hormiga para un Málaga que, si de por si sufría en demasía, se las tuvo que ingeniar con un hombre menos. Y es que Samu García recibió la roja directa al 29’ por una entrada de cárcel sobre Alba.
Málaga jugó la parte complementaria con suma precaución y aunque Barcelona continuó dominando a placer, no pudo hacer más decoroso el resultado.
El triunfo afianza aún más a los catalanes (72 puntos) en la cima de la clasificación, mientras que los albiazules (13 puntos) están más cerca que nunca del descenso.
