Copa Confederaciones
Análisis: Alemania y Chile inventan el micro-fútbol
Joachim Löw 'cazó' a Juan Antonio Pizzi casi marcando individualmente, lo que ocasionó un juego entrecortado por faltas tácticas.
Por:
TUDN
Como se preveía, Chile asumió la posesión de la pelota y Alemania atacó mediante contragolpes veloces y directos. Pero los detalles son muy interesantes porque fue un ajedrez.
Getty y FIFA.
Joachim Löw hizo rotaciones: respecto al duelo ante México, ingresó a Shkodran Mustafi, defensor central de buena temporada en el Arsenal de Inglaterra.
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Fue una línea de tres zagueros por el centro más dos laterales/volantes (Jonas Hector y Joshua Kimmich) por los costados.
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Por su parte Juan Antonio Pizzi también rotó, pero de sistema: no usó el 4-3-3 de la Copa América Centenario, sino un sistema híbrido.
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Se trató de un 4-4-2 con 'rombo' en el medio campo. Es un sistema poco usado. Y es que concentra todo el juego en la zona medular.
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Pizzi formó a su escuadra así porque cuenta con una generación de jugadores dotados técnicamente para mover el balón en espacios reducidos.
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Una de las claves del sistema de espacios reducidos de Pizzi es que Arturo Vidal es un futbolista total, capaz de desplazarse adelante y atrás, por fuera y por dentro.
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Alemania y Chile demostraron que los mejores equipos ejecutan la presión alta. Además están preparados para soportarla: tienen guardametas con juego de pies.
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No por nada, tanto Claudio Bravo como Marc-André Ter Stegen compartieron vestidor en el FC Barcelona, escuadra difícil de presionar.
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Sin embargo, Joachim Löw identificó que Marcelo Díaz es la salida chilena y mandó presionarlo con uno y hasta dos jugadores.
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Así llegó a los 20 minutos del primer tiempo el gol de Lars Stindl.
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Stindl atacó a Díaz por derecha y, cuando Díaz giró al otro lado, perdió la pelota con Timo Werner, quien aprovechó que Stindl no tenía marca para asistirlo.
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Tácticamente, el gol de Stindl fue una copia del 1-0 de Chile a Alemania en la fase grupal, anotado por Alexis Sánchez. Acá el presionado fue Sebastian Rudy.
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Con el 1-0 en la Arena Zenit de San Petersburgo, Alemania dejó de presionar y se centró en reducir (aún más) los espacios. Joshua Kimmich fue puesto para esperar a Vidal y lo cubrió a la perfección.
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Como era de esperarse, Chile dominó abrumadoramente la posesión. Sin embargo, llama la atención que Alemania cometió más faltas que 'La Roja'.
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Y es que Alemania también recurrió a la falta táctica para cortar los ataques chilenos desde su origen. Son infracciones leves, pero muy eficaces.
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Mientras tanto, Chile debió quedarse casi mano-a-mano atrás. En ese rol, Gary Medel (quien nominalmente es mediocampista), es uno de los mejores zagueros del mundo y ya ha neutralizado a Messi.
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El riesgo de marcar en el mano-a-mano es que las faltas son más violentas. Aunque Jara hizo un buen anticipo sobre Timo Werner, le pegó un codazo de tarjeta roja directa.
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El gran número de faltas alemanas y la violencia de las faltas chilenas hicieron que los ánimos se caldearan y Chile perdiera el control del partido.
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Cuando dos equipos dotados técnicamente como Chile y Alemania se enfrentan en espacios muy reducidos, es imposible evitar los contactos físicos. Esto supone un desafío para el videoarbitraje.
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Pese a la excelente organización defensiva alemana, Edson Puch usó su calidad individual en una extraordinaria asistencia sobre menos de un metro cuadrado.
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El balón llevaba tanta velocidad que Ángelo Sagal no lo conectó bien y desperdició la oportunidad más importante de igualar.
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Defender en espacios reducidos, como hizo Alemania, también implica hacer pocas recuperaciones limpias y muchos rechaces: Chile tuvo un sinnúmero de tiros de esquina a favor.
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De tiro libre, Alexis lo intentó al palo de Ter Stegen, pero el guardameta demostró que tenía su poste bien cubierto, que estaba concentrado.
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El silbatazo final nos ofreció esta imagen: 22 futbolistas concentrados en menos de 30 metros cuadrados. Se trata del micro-fútbol.
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