Actualmente el aficionado de Cruz Azul tiene muy poco para presumir. Pero hubo una época en que podía sentirse el más orgulloso del país. Obviamente eso fue en la década del 70, cuando La Máquina auténticamente arrolló en el futbol mexicano.Este día se cumplen 45 años de una fecha muy especial para los Celestes. Se cumplen 45 años del día en que Cruz Azul le pasó por encima al América en una final, del día en que nació una de las rivalidades más importantes de nuestro balompié.Aquel equipo pintaba para ser de época y simplemente lo confirmó en el mejor escenario, en el Estadio Azteca, y ante el que a partir de ese momento se convertiría en su acérrimo antagonista.La tarde del 9 de julio de 1972 La Máquina, ese club que nació en Jasso, Hidalgo, y que se mudó a la capital en busca de grandeza, tenía la oportunidad de alcanzarla ante el entonces defensor del título.Y fue una oportunidad que no dejó escapar. Sentenciada, además, con un resultado tan categórico que dio nacimiento al Clásico Joven, y que dejó una herida tan abierta que los entonces Cremas tardaron mucho, pero mucho tiempo en poder sanar y vengar.Fue la segunda Liguilla de la historia y en aquel tiempo la final se disputaba a un solo partido. Antes, Cruz Azul fue líder del Grupo A y en la semifinal despachó al todavía campeonísimo Guadalajara con un agónico 2-1 global. Ahí tuvo que recurrir en el juego de vuelta a una victoria 2-0 a domicilio con anotaciones en los minutos finales.Luego llegó el gran día. El 9 de julio de 1972 el Estadio Azteca lució pletórico para recibir a su nuevo inquilino, Cruz Azul, y al dueño de casa y campeón defensor, América.Y no hubo discusión. La Máquina auténticamente arrolló a los Cremas con un categórico 4-1. Héctor Pulido (10'), Cesáreo Victorino (28') y Octavio Muciño (36' y 46') aplastaron a su rival con sus anotaciones. El segundo tiempo fue de trámite, así como el gol de Enrique Borja para el América.Vaya forma de dar nacimiento al Clásico Joven. Desde entonces, por esa afrenta recibida, las ahora Águilas tuvieron a los Celestes como uno de sus enconados rivales.Por cierto, esos cuatro goles azules también tienen un toque nostálgico. Porque Héctor Pulido posteriormente fue técnico de La Máquina, y porque la muerte nos arrebató de forma temprana a Cesáreo Victorino (1999) y a Octavio Muciño (1974).Cesáreo dejó la herencia de su hijo, quien también jugó para Cruz Azul y que incluso lo hizo en Europa. Y el "Centavo", con solo 24 años, dejó la sensación de que pudo convertirse en un centro delantero de dimensiones históricas.Además, como otro dato que sacará una lágrima en la afición de La Máquina, diremos que fue el primer título del gran Miguel Marín, quien la muerte también se llevó de forma temprana (1991).Fue la tercera Liga de Cruz Azul en su historia, la primera de la década del 70, la primera de su gran década.Para finalizar, les dejamos la alineación Celeste de aquella inolvidable tarde del 9 de julio de 1972: Miguel "Supermán" Marín (QEPD) en la portería; en defensa Marco Antonio Ramírez, Javier "Kalimán" Guzmán (QEPD), Alberto Quintano y Javier Sánchez Galindo; en mediocampo Juan Manuel Alejándrez (QEPD), Cesáreo Victorino (QEPD) y Héctor Pulido; y adelante Fernando Bustos (QEPD), Octavio "Centavo" Muciño (QEPD) y Eladio Vera.Todos comandados por Raúl "Güero" Cárdenas (QEPD).