Las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), en los últimos dos meses se han convertido en verdaderos pararrayos del técnico Juan Carlos Osorio Arbeláez e insisten en que el colombiano, pese a los fracasos en Copa Confederaciones y Copa Oro, se mantendrá en su cargo hasta el Mundial de Rusia 2018.Esa es la posición de los federativos quienes una vez más y tras la vergonzosa actuación de la Selección “B”, “C” o “D”, salieron a restregarle a los medios de información y a los aficionados, aunque lo grite todo el país y hasta los paisanos que radican en la Unión Americana, nada, ni nadie (eso está en veremos), les hará echar por la borda su proyecto con el estratega cafetalero. “Las rotaciones llegaron para quedarse, son necesarias y útiles en el futbol mexicano. Osorio sigue firme con nosotros, no está en duda su continuidad.El balance con él en general es bueno, nos gusta sumar y seguiremos adelante con este proyecto”. Esa es la repetida reacción y postura de Guillermo Cantú, Secretario General de la FMF.Para nadie es un secreto, ni mucho menos una sorpresa que la defensa a ultranza, más allá del personaje en cuestión, da la impresión que responde a la falta de autocrítica de la FMF para reconocer que el futuro con Osorio y su equipo de trabajo va en decadencia, y lo peor que no aceptan que equivocaron al contratarlo.Estar casi con el boleto asegurado para Rusia 2018 es quizá el argumento (endeble por lo vivido en este verano), que tienen los federativos para pelear ante los dueños de los clubes la continuidad de Juan Carlos Osorio Arbeláez al mando de la Selección Nacional, aunque el futuro se torne incierto.Pero aquí también cabría el cuestionamiento frío: ¿Juan Carlos Osorio, si quiere seguir como técnico de la selección mexicana, o está esperando que todo reviente para que sea indemnizado?Esta duda surge después de observar sus acciones en la Copa Confederaciones, donde fue presa de la irá, la presión y del nada caballeroso comportamiento que tuvo en tierras rusas, dejando por los suelos, esa imagen de tipo serio, tranquilo, pensante y respetuoso, o al menos esa era la imagen que uno tenía en la mente de él.Las constantes críticas a su trabajo han ido en un constante e imparable crecimiento, no sólo de los medios de información, sino de los mismos aficionados quienes cada vez que pueden reprochan su estancia en el banco del Tricolor, situación que se torna complicada, para un Juan Carlos Osorio, que se vuelve indeseable.Su necedad de mantener su forma de trabajar, y dirigir también parecería más un reto para aquellos que lo juzgan y cuestiona, aunque el barco se le esté hundiendo, y nadie lo hará cambiar de opinión.Por eso surge el cuestionamiento ¿De sí en verdad él (Osorio), quiere seguir o está buscando que lo cesen para poder irse indemnizado?, o realmente está convencido de que podrán aguantar toda esta presión y terminara con todas las preguntas que rondan e invaden su gestión como técnico de la selección mexicana.