El acto tuvo lugar en Amsterdam Arena antes del juego por los Octavos del Final del torneo continental. Simon Kjaer y Gareth Bale se pusieron en el medio del campo para que el delantero del Tottenham hiciera entrega del jersey rojo con el apellido de Erksen y el número 10 en el dorsal.
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Simon Kjaer fue uno de los héroes que le salvó la vida a Christian Eriksen en los momentos de terror durante su muerte momentánea. El capitán danés evitó que se tragara su lengua, lo auxilió, pidió asistencia médica y montó un muro con sus compañeros para tapar la imagen.
La situación conmocionó al mundo en general y los jugadores mandaron sus mensajes positivos para la recuperación del campeón con Inter de Milán. Bale entregó la playera en un marco y palabras de aliento para que se las transitan a Eriksen.
El 10 de Dinamarca tiene un marcapasos colocado y fue dado de alta del hospital. Los médicos no han dicho si volverá a jugar futbol o no, pues la prioridad era salvar su vida y estabilizarlo.
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