La selección española ve cómo se repite un año después en el Mundial de Brasil, lo vivido en el estreno de la Copa Confederaciones.
Por:
TUDN
Imagen Getty Images
El campeón del Mundo se mide a Holanda con el handicap en su contra por una maldición que lo persigue.
SALVADOR, Brasil .- La selección española ve cómo se repite un año después en el Mundial de Brasil, lo vivido en el estreno de la Copa Confederaciones, la misma situación en el Arena Fonte Nova de Salvador que en el Arena Pernambuco de Recife, un estadio a medio acabar cuyo interior maquilla la fachada.
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El pasado 15 de junio de 2013, España llegaba en vísperas del estreno ante Uruguay a un Arena Pernambuco perfecto en su interior y a medio acabar en instalaciones y accesos. Un año después vivió la misma situación en Salvador.
El Arena Fonte Nova, donde mañana inicia su andadura en el Mundial 2014 ante Holanda, está reconstruido junto a una zona de favelas y las obras para adecuar a las necesidades de un Mundial no han terminado a tiempo.
En su exterior trabajan a destajo operarios con grúas y aún con cemento a menos de 24 horas del estreno -el partido se juega a las 16:00 hora local-.
Es una muestra de que hay ciudades a las que no les ha dado tiempo a rematar sus estadios antes del inicio de la competición, con los baños cerrados y unos provisionales junto a las puertas de acceso y unas escaleras de metal donde debía haber accesos terminados. Aparcamientos sin terminar y cables acumulados junto a botes de pintura que gastan a alta velocidad para dar la mejor imagen posible al estreno.
