Davide Ballardini, técnico del cuadro genovés, comenzó la batalla con su habitual línea de tres defensas centrales, liderada por Domenico Criscito, junto a Vandheusden y Biraschi. Uno de esos lugares tendrá que pelear Vászquez, incluso el de lateral izquierdo con Andrea Cambiasso.
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Pronto fue vulenrado su esquema por la potencia y dinámica del equipo que estrenaba a Simone Inzaghi en la dirección técnica. El refuerzo turco, Hakan Calhanoglu, proveniente del Milan, empezó como en casa con preciosa asistencia a Skriniar, que de cabeza puso el primer gol.
El segundo tanto fue jugada de Edin Dzeko para Calhanoglu y el turco definió de taconcito para echarse a la bolsa un público que lo repudiaba cuando vestía la playera Rossonera.
En el segundo tiempo siguió el domino Neroazzurro y Nicolo Barella fue el encargado de asistir al chileno Arturo Vidal, que emergió desde la banca para agitar el juego con su gol.
Para cerrar el encuentro, 'Rey' Arturo Vidal volvió a aparecer, pero esta vez no fue con gol, sino asistencia para Edin Dzeko que también se estrenó como goleador tras la salida de Lukaku al Chelsea. Los refuerzos interistas se lucieron ante un Genoa que sufrirá por la permanencia.
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El presidente de la FIFA, a dos años de la inauguración, afirmó que 6 millones de fans irán a estadios y habrá 6 mil millones de televidentes.
