MLS

    ¿Cómo se compara el fichaje de Gio con el de Jorge Campos y Luis Hernández en LA Galaxy?

    Una historia de Ferraris e idilio mexicano para el club más campeón de la MLS.

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    Por:
    TUDN

    Por: Hugo Chávez Barroso (@HugoCarlosChB)

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    La llegada de Giovani dos Santos al LA Galaxy ya ha tenido un impacto mediático impresionante, el cual provocó que una multitud de gente se hiciera presente en el aeropuerto de Los Ángeles para recibir al habilidoso atacante mexicano.

    A pesar de que ya han pasado varios años, Gio no es la primera superestrella mexicana que ficha el Galaxy que ha causado un revuelo entre los aficionados. Hubo en particular dos ídolos aztecas que llegaron a formar parte de los Galácticos en épocas distintas y que lograron despertar la pasión por el cuadro angelino.

    Campos amo y señor del pueblo Galáctico

    En la temporada inaugural de 1996, los angelinos se hicieron con los servicios del arquero Jorge Campos – un tipo que no solo era un tremendo futbolista, sino que también tenía un carisma único. En tiempos donde no existían las redes sociale, las selfies e Internet no estaba tan desarrollado, el estilo particular de "Brody" lo hizo mundialmente conocido.

    Entre J. Todd Durbin, Mark Abbott (altos ejecutivos de la MLS) y Cobi Jones (exfutbolista mundialista con EE.UU. y leyenda del Galaxy) reconstruyeron en una nota con Sports Illustrated, lo surreal e impresionante que fue el recibimiento para Jorge Campos a mitad de los 90’s, cuando se pensaba que en el primer partido del club jugando en el Rose Bowl meterían entre 15 y 20 mil personas.

    Aquella noche el aforo fue de casi 70 mil, se tuvo que retrasar casi una hora el inicio del encuentro, y los eufóricos aficionados incluso utilizaron áreas del estadio que estaban cerradas al público. Cuando se anunció la alineación a través del sonido local, según las palabras de Durbin, el estadio "eructó cuando se pronunció el nombre" del mexicano.

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    Jones comentó que al final del encuentro Campos tuvo que salir corriendo y escoltado de la cancha ya que los aficionados estaban ansiosos por poder acercarse al ídolo.

    Tras el encuentro Campos fue muy claro en su mensaje, aunque no lo dijera con palabras textuales, según Durbin. El mexicano habría dado a entender a los directivos – lo que todo mundo confirmó en aquel partido en el Rose Bowl – que la inmensa mayoría, sino es que todos, lo habían ido a ver a él y que ni siquiera conocían a sus compañeros.

    Ante ese contexto, el arquero demandó una Ferrari.

    Lo cual provocó que  Abbott tuviera que hacer una llamada a la agencia en Berverly Hills, en la cual la negociación fue algo sencilla para la gente de ventas ante la inexperiencia del joven directivo.
    “No necesitas hacer ninguna investigación, nosotros te decimos el precio y tú lo pagas”, es más o menos como fue la “negociación” según las palabras del mismo Abbott con la agencia.

    El acapulqueño se volvió era un imán por todo lo que representaba adentro y fuera de la cancha, y era necesario mantenerlo feliz.

    Deportivamente, los angelinos llegaron a la final ese año, pero no pudieron mantener una ventaja de dos goles en la finalísima y terminaron perdiendo. Campos no podría concretar la obra de coronarse campeón con los angelinos durante su estancia.

    Matador” y la tradición Ferrari

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    Para el 2000 llego otra estrella del futbol mexicano a la Galaxia. Una que no atajaba sino más bien anotaba los goles. Nada más y nada menos que Luis “Matador” Hernández, quien había brillado intensamente a base de goles en la Copa América 1997 y en la Copa del Mundo 1998.

    Nuevamente el glamour angelino arropó al ídolo mexicano, y al igual que su antecesor, también se publicó ampliamente en los medios de aquellos días que su contrato estipulaba un carro de la famosa automotriz italiana.

    Hernández anotó sus goles, y llegó a la final en 2001, pero al igual que Campos, no pudo culminar la obra. Y la realidad fue que el “Matador” ya no causó el revuelo que si había marcado el arquero, porque quizás a él ya se le exigía también más en lo deportivo.

    Lo de Hernández en el Galaxy no fue un fiasco, pero no llenó las expectativas con las que llegó.

    Nueva Época, Nuevas Expectativas

    Más de una década después, y de que el ya desaparecido Chivas USA no pudiera atraer al público mexicano de la manera que el Galaxy lo hizo con Campos y Hernández, el turno es para Gio – la nueva apuesta mexicana del cuadro angelino.

    La época de Giovani en todos los sentido es muy diferente a la de sus antecesores, tanto en la cancha por el nivel de la MLS como fuera de ella, donde las redes sociales, los interminables medios deportivos, YouTube y los estudios de mercadotécnica rebasan por mucho los de los 90’s y los de principios del siglo.

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    Lo que Jorge y Luis hicieron en la MLS y para el Galaxy fue muy importante aun sin levantar la Copa MLS, pero Giovani llega en el momento ideal de un futbolista a los 26 años de edad, con experiencia internacional de sobra y al hoy equipo más ganador de la liga.

    Si quiere mantener el status de rockstar del cual gozó a su llegada a LAX y con el cual son recordados el “Brody” y el “Matador”, tendrá que demostrar en el terreno de juego porque ya no basta con la mera presencia.

    Lo de Gio dos Santos es muy difícil compararlo sobre todo con Campos, porque casi 20 años después, es innegable el cambio en todo sentido en la MLS. La única manera que sabremos si Gio puede llegar a esos niveles, es con el fervor y la pasión que levante entre los fanáticos conforme vaya teniendo participación en el rectángulo verde.  


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