Ricardo Gareca: el "Tigre" argentino, el "presidente" peruano

El 26 de junio pasado en Sochi, unos 200 peruanos gritaron al únisono "¡No te vayas!" al técnico de su selección Ricardo Gareca cuando salía del hotel rumbo al estadio, un par de horas antes del partido contra Australia del pasado Mundial.

En ese momento, Perú no tenía puntos sumados y estaba por afrontar su tercer partido eliminada matemáticamente, sin embargo, la simple clasficación para un país que tenía 36 años sin ir a un Mundial fue suficiente para elevar a su entrenador al grado de héroe.

Irónicamente, Gareca fue quien evitó que Perú clasificara a México 1986, el Mundial que inició la larga ausencia inca, con un gol in extremis en el último partido de la eliminatoria y, como si fuera una especie de penitencia, no fue convocado a esa Copa del Mundo donde su Argentina fue campeona del mundo.

Ricardo Gareca tiene ya más de 20 años en los banquillos, siempre con equipos sudamericanos, pero Perú fue su primera experiencia con una selección nacional. Antes dirigió a San Martín de Tucumán, Independiente, Colón, Quilmes, Argentinos Juniors y Talleres de Córdoba en su país natal.

En 2005 se trasladó a Colombia para entrenar al América de Cali y Santa Fe, luego fue al Universitario de Perú, regresó a Vélez Sarfield de Argentina y después emigró a Palmeiras de Brasil.

Este trotamundos del fútbol sudamericano tuvo su segunda etapa en la dirección técnica más larga con Perú, durante tres años, uno menos que con Vélez, al que hizo tres veces campeón de Liga.

Al terminar el partido contra Australia en el Estadio Olímpico de Sochi, con victoria de 2-0 para los incas, los peruanos no solo no querían que se quedara, sino que incluso algunos lo postulaban para ser presidente. Perú ganó por primera vez en un Mundial en 40 años de la mano del "Tigre" Gareca.