Toluca revive las llamas del infierno a costa del campeón

La espera fue larga para los aficionados al Toluca, semana tras semana, decepción tras decepción, sobre todo en el mismísimo infierno que se congelaba de a poco con el paso de los días, los empates y las derrotas en un Clausura 2020 que resultaba decepcionante pero que el mismísimo campeón Monterrey, todavía con cierta aura, llegó a remediar.

Los Diablos Rojos levantaron los brazos por fin desde que en la Jornada 1 vencieran al Morelia y, lo más importante, lograron su primer triunfo en el presente certamen de la Liga MX como locales tras dar cuenta por 2-0 de un Monterrey que llegó al Estadio Nemesio Diez para dar el último 'quemón' a su corona.

Ni escarlatas ni regios esperaban mucho para un compromiso como este, con protagonistas que han navegado en un mar de decepción que parecía interminable, sobre todo para los dirigidos por Antonio Mohamed quienes aumentan el drama cada vez que falla una transición al ataque, con un medio campo partido y una delantera aislada, una tendencia que permaneció en el primer tiempo contra una apatía mexiquense que resultaba más del temor que por el juego visitante.

Para el complemento, los dirigidos por José Manuel de la Torre adquirieron más confianza, intentaron acariciar la pelota más tiempo y explotar las bandas, pero sería Monterrey quien daría un susto al decretarse una pena máxima originada por Maidana que el VAR tumbó después de unos minutos que parecían una eternidad en la banca de la 'Pandilla'.

Toluca respondió por costado izquierdo. Leonardo Fernández, quizás la lucidez en medio de la penumbra toluqueña en la presente campaña, sacó un disparo cruzado mortal, imposible para el guardameta Barovero; el marcador se había movido ya a los 61' en una jugada anulada en un principio pero rectificada después desde la cabina. Sí, Monterrey soñará con el VAR durante todo el fin de semana.

Del talento individual a la acción colectiva: Michael Estrada culminó una buena jugada de los rojos a los 77' para firmar el segundo tanto y, con él, dar por fin un motivo de alegría al inframundo en el Clausura 2020. Sí: el infierno también es un lugar de dicha, pero también, donde hasta los campeones llegan a ahogarse en azufre.