Tijuana fue una de las gratas revelaciones en la Liguilla, se metieron en semifinales y debieron ser los superlíderes del campeonato quienes les cortaron las aspiraciones, no sin antes despachar a Toluca en la fase regular e incluso demostrar en la ida que eran un equipo serio y competitivo. Si bien se colaron a la Liguilla sufriendo, ‘Tijuas’, como se le dice cariñosamente, dejó un buen sabor de boca, pero debe tener cuidado porque más de uno desean a sus jugadores.
Opinión: los Xolos se podrían quedar sin colmillos
Tras la Liguilla que tuvo Tijuana, varios equipos buscan quedarse con jugadores que podrían mermarlos para el Apertura 2018.
![Los Xolos llegaron semifinales del Clausura 2018.](https://prod-fullevo-webapp.tudn.com/_next/image?url=https://st1.uvnimg.com/ff/16/d9ce096a40ffaad61d4bbf316e72/gettyimages-839574726.jpg&w=1024&q=75)
Por lo menos son cinco elementos que podrían dejar Tijuana y si bien puede parecer un buen negocio para el club fronterizo, a futuro podrían pagarlo caro.
Ricardo Peláez, presidente deportivo del Cruz Azul, le tiene puesto el ojo a Pablo Aguilar, elemento que da estabilidad en la parte baja; por si fuera poco, también se habla de dos elementos más que los cementeros acechan, Gustavo Bou y Juan Martín Lucero, que, si bien se ve difícil amarrar a los tres, si es viable que por lo menos dos terminen siendo cementeros. Es decir, un equipo que perdería fuerza en la defensa y que en el ataque podría quedarse chato.
Por otra parte lo de Cruz azul es inteligente, porque Bou, Lucero y Aguilar se conocer y robar equilibrio atrás y adelante debe dar resultados.
Además de esos elementos, Tijuana ya tiene la baja de Víctor Malcora y Miguel Fraga, jugadores que abandonan la manada canina para integrarse a los Pumas.
Tijuana es un equipo con encanto, porque está muy cerca de la frontera, tiene un sabor especial. Y es una plaza más que atractiva para el fútbol mexicano y la Liga MX, pero necesita mantenerse competitiva; me queda claro que la directiva canina buscará refuerzos y generalmente tienen ojo clínico para contratar jugadores, pero desmantelar un equipo que tuvo un buen semestre no me parece la mejor de las ideas.