Los catalanes desperdician ventaja en dos ocasiones y casi se despiden del título en España.
Por:
Fernando Vázquez.
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Como si levantar el trofeo de LaLiga fuera un castigo, como si cantar el Alirón fuera una melodía de desdicha, como si engrosar las vitrinas en la Ciudad Condal fuera una pena; el Futbol Club Barcelona parece reaccionar negativamente al hecho de ser campeón en España, al menos así se vio ante el Levante.
Un partido de locura, con errores en ambos bandos pero que arrojó goles hasta para llevar, media docena para ser exactos. Un 3-3 en el Estadio Ciudad de Valencia que parece sentenciar el impedimento del Barcelona a lograr la Liga y deja todo a merced del Atlético y Real Madrid.
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Solamente los cinco primeros minutos se vio a unos catalanes hambrientos de resultado ante los Granotas después de dejar ir vivo al Atlético en la jornada anterior, pero el aura goleadora cayó en el de siempre. En los momentos en que los de Ronald Koeman empezaban a flaquear, apareció la figura de Lionel Messi para abrir el marcador.
Minutos más tarde, a los 34', sería ahora Dembélé quien luciría para dar un balón sencillo a Pedri para rematar con una meta solitaria. El Barcelona tenía ventaja de dos goles e, irónicamente, fue lo más trágico que le pudo pasar a los catalanes quienes cometieron el error de pensar ya en el Celta antes de terminar su obra... un error que históricamente se paga muy caro en Valencia.
En tres minutos, dos goles Granotas destruyeron los sueños del Barcelona que se veía con doblete, si es que se tenían. Melero primero a los 57' y Morales después con el mejor gol de la tarde pusieron freno a la visita que, no obstante, alcanzó a responder con un gol de Dembélé.
Pero la banda derecha catalana parecía acumular todos los errores de cuerpo técnico, directiva y jugadores en los últimos años, una vía que parecía menos congestionada que autopista en domingo por la mañana. Sergio León a los 83' castigó en el marcador también la falta de claridad de Koeman desde la banca. La cascada de erores tumbó todo en los 'culés', o quizás nunca hubo deseo de ganar LaLiga y, si tal era el caso, el deseo fue concedido. La lucha quedará entre dos de Madrid.
