Ídolos, capitanes y campeones: el PSV , Erick Gutiérrez y una nueva gran apuesta mexicana

Erick Gutiérrez es la última apuesta de un PSV que se ha caracterizado por contratar a distintos futbolistas mexicanos. Los resultados han sido evidentes: de cinco fichajes, todos han sido campeones con el club.

La relación ha sido perfecta desde aquel 2006 cuando el PSV puso sus ojos en un joven Carlos Salcido que despuntaba con las Chivas y con el Tri de Ricardo Lavolpe. En ese momento, las dudas embargaron a ambos lados: ¿un jugador mexicano podría adaptarse al entonces desconocido fútbol holandés?

La respuesta fue positiva. Salcido no hablaba neerlandés, pero sí se comunicaba a la perfección con la pelota. No había mejor adaptación que la de un buen futbolista con hambre de triunfar.

Salcido abrió las puertas y enseñó al balompié holandés que el talento americano no solo podía surgir en Brasil, Argentina o Uruguay. En muy poco tiempo, Carlos Salcido se convirtió en un inamovible del cuadro granjero, se convirtió en un referente, ídolo y hasta capitán del PSV.

Tras un par de temporadas, el club holandés volvió a voltear a México para fichar a Francisco Javier Rodríguez, otro jugador joven que salía de las fuerzas básicas de Chivas. A diferencia de Salcido, el Maza llegaba a Europa entre un mar de dudas generadas por ciertos errores que había cometido en la Liga MX. Nuevamente, el tiempo le daría la razón al PSV.

Rodríguez acompañó en su aventura a Carlos Salcido formando una poderosa defensa que conquistaría la Liga Eredivisie. El Maza no solo silenció bocas, sino que se convirtió junto a Héctor Moreno –que también jugaba en Holanda- , en la defensa central titular de México en la Copa del Mundo de Sudáfrica.

Tras una larga etapa sin fichar a mexicanos, el PSV volvió a realizar una apuesta, otra vez arriesgada, tras fichar a Andrés Guardado. El ahora capitán del Tri venía a la baja, casi sin minutos en el Valencia, con poca regularidad en el Bayer Leverkusen, y con varios semestres plagados de lesiones. En ese entonces se antojaba más que el Principito volviera a México, a que se quedara en Europa.

Por tercera vez, el PSV acertó. Guardado revalorizó su carrera por completo hasta convertirse en el mejor volante de toda la Eredivisie. Titular, líder y capitán, campeón e ídolo de una afición que lo amaba. El Principito, como los buenos vinos, demostraba que la edad simplemente confirmaba lo excelente futbolista que era.

Y así, llegó la cuarta apuesta, quizá, la menos arriesgada de todas: Héctor Moreno. Con un pasado exitoso en el AZ Alkmaar donde fue campeón y convertido en un referente del Espanyol de Barcelona, Moreno volvía a Holanda con un club que le permitiera jugar la Champions League.

A diferencia del resto, en México se creyó que el PSV le quedaba chico a Moreno y que debía ir a un grande de Europa. Al final, ambos se necesitaban: el mexicano requería un impulso y el PSV necesitaba a un defensa fuerte, líder, goleador y experimentado como él. El resultado volvió a poner a un jugador azteca como campeón en la Eredivisie,

Y por último, el caso de Hirving Lozano. Por una u otra razón, el PSV siempre había llevado centrales, laterales y contenciones, nunca un jugador ofensivo. En este caso, se llevaban a la gran perla de la Liga MX. Hablar del Chucky y el PSV está de más luego de ver lo hecho por el exPachuca la temporada pasada y lo que está realizando en la presente campaña.

Hoy, el PSV ha fichado al sexto futbolista mexicano. El club holandés se lleva quizá, al segundo mejor prospecto de la Liga MX tras Hirving Lozano. Considerado el mejor mediocampista azteca de la Liga, y uno de los mejores del campeonato.

Zurdo, todoterreno, líder, joven y muy amigo de Hirving Lozano. El PSV hace una apuesta que no parece ser arriesgada dada la calidad de Erick Gutiérrez, para muchos, el nuevo Andrés Guardado de México. Incluso, mejorado.

Solo el tiempo lo dirá. Erick Gutiérrez tiene todo para brillar en el PSV y en Europa. Ser líder, titular y campeón, como el resto.