Cuando tu peor enemigo también comparte el mismo vestidor

El incidente del paraguayo Édgar Benítez del Querétaro recordó que el fútbol también puede ser manzana de la discordia entre compañeros.

Benítez se puso como energúmeno cuando se pitó el final del León 2-1 Gallos Blancos en la Corregidora.

Un pésimo pase de Benítez provocó el contragolpe del León que resultó en la derrota queretana.

Al parecer, Benítez quería golpear a Erbin Trejo.

Lo curioso es que Trejo y Benítez se conocen bien porque ambos jugaron en el Deportivo Toluca.

En el fútbol inglés, Lee Bowyer y Kieron Dyer del Newcastle United se fueron a las manos durante un partido de FA Cup contra Aston Villa.

Gareth Barry y Lee Samuel del Aston Villa incluso ayudaron a separar a sus rivales y que no pasara a mayores.

El capitán de las hurracas, Alan Shearer, regañó duramente a los dos por la indisciplina. El árbitro los expulsó.

Dyer y Bowyer debieron ofrecer disculpas públicas y fueron separados del plantel por el técnico Graeme Souness.

Previo a la Copa del Mundo de la FIFA 2002, Olof Mellberg y Fredrik Ljungberg se agarraron a golpes durante un entrenamiento de Suecia.

A pesar de que los medios de comunicación exigían duros castigos, el seleccionador Lars Lagerback no los apartó del plantel.

Y es que ambos futbolistas (uno era zaguero y el otro era extremo) eran fundamentales para la selección escandinava.

En la Copa Libertadores del 2011 se vivió uno de los casos más bochornosos entre miembros del mismo equipo: el Profesor Guadalupe Cruz contra su guardameta Jorge Villalpando.

Jaguares de Chiapas jugaba en Barranquilla, Colombia, y el estratega sacó del campo al portero por sus continuos errores. Villalpando lo increpó y quería resolverlo como los hombres.

Aquel duelo contra Junior de Barranquilla acabó en zafarrancho cuando la hinchada colombiana ingresó al terreno de juego.

Durante el Mundial de Clubes de la FIFA 2015 el América de México protagonizó otro bochornoso incidente violento.

Darwin Quintero y Rubens Sambueza llevaron sus pleitos de vestidor al césped y de no ser por Paolo Göltz hubieran acabado descamisados.

Paulinho del Guangzhou de China aprovechó la indisciplina del equipo mexicano para eliminarlo en instancias semifinales.

Poco después, el América, esta vez en Coapa, volvió a ser noticia. Y no por lo futbolístico.

Javier Güémez y Adrián Marín protagonizaron una riña que afortunadamente no pasó a mayores. Ninguno de los dos sigue en el club.