Los culpables de la catástrofe Azteca dentro de la cancha

Mucho se ha hablado acerca de la responsabilidad de Juan Carlos Osorio por la goleada ante Chile, pero pocos han volteado al terreno de juego a repasar lo hecho o no por los jugadores mexicanos.

Todo el entorno futbolístico señala al colombiano como el culpable de la goleada, pero los hombres de peso del Tricolor pasaron de noche ante Chile, incluso en medio de la goleada estos elementos no fungieron como líderes y lo peor es que no vieron cómo frenar a los chilenos.

Guillermo Ochoa, el portero de la selección mexicana nunca logró coordinar a su defensa para frenar un poco los ataques de los andinos.

La técnica le falló al guardameta, ya que en dos jugadas hizo malos rechaces que acabaron en gol de los chilenos quienes remataron solos y con el arco sin resistencia.

La desesperación hizo mella en Guillermo, con el paso de los goles de Chile el portero fue perdiendo la dimensión de la portería haciendo malos recorridos como fue en el caso del tercer gol o el quinto.

La defensa no se salva de la crítica, en ella tenemos a Paul Aguilar quien entre su bajo nivel y displicencia dentro del campo de juego perjudicó más que ayudar a los verdes.

El lateral mexicano se involucró más en alegar las decisiones arbitrales al árbitro asistente que en su marca sobre Alexis Sánchez.

Otro detalle en contra de Aguilar es el hecho de que nunca fue de utilidad para sus compañeros cuando apoyaba en las marcas 2 contra uno sobre los chilenos.

Miguel Layún es otro de los referentes de México que tuvo una actuación desastrosa, el lateral-volante nunca le encontró la distancia de marca a los chilenos que recorrieron su banda y lo peor fue que perdido con las triangulaciones de los rojos.

En ataque el 7 del Tri no tuvo sus acostumbrados arribos donde metía diagonales peligrosas o centros a modo para los atacantes. Sorprende, pues con el Porto fue uno de los mejores pasadores del equipo en la temporada.

Por si esto fuera poco, Miguel se mostró muy nervioso en la cancha, esto derivó en mal control del esférico, llegadas a destiempo sobre los chilenos, reclamos al silbante y toma de malas decisiones al pasar o disparar al arco rival.

Andrés Guardado tuvo un partido para el olvido, él fue uno de los hombres que más extraño México dentro del terreno de juego a pesar de haber jugado los 90 minutos.

Al capitán mexicano le faltó el don de liderazgo que muestra con el PSV, al volante le faltó hablar con sus compañeros y coordinarse con ellos para recomponer el planteamiento para evitar la goleada de escándalo.

Siguiendo en media cancha Héctor Herrera fue un fantasma en el terreno de juego, ya que no pudo apoyar a su defensa tapando las llegadas de Vidal y Aranguiz.

Las salidas con balón controlado y los pases filtrados a los delanteros que nos tenía acostumbrados Herrera faltaron en la cancha ante Chile. Nunca pudo romper la doble marca que le pusieron los rojos.

Finalmente llegamos a Javier Hernández, el gran referente en el ataque y quien fue borrado por la zaga chilena con su buena marca. El “Chicharito” no tuvo una oportunidad clara de gol en todo el partido.

El delantero del Tri nunca logró soltarse de la marca de Medel y Jara. La falta de movimientos del mexicano facilitó la labor de la zaga andina.

Aunque Hernández lo intentó, le faltó salir a tres cuartos de terreno para apoyarse con Corona, Herrera y Lozano. La actitud del delantero tampoco ayudó a mantener la tranquilidad con sus compañeros.

Javier lució estresado y presionado en el encuentro, esto hizo que entrara en desesperación y frustración para al final perder cualquier ánimo para desmarcarse y ser opción para sus compañeros.